Francisco, un paciente ingresado en el Hospital Vall d'Hebron (Barcelona) se ha casado con su pareja en la planta donde se encuentra ingresado recibiendo cuidados médicos, concretamente en la planta de Neumología, con un acto que se ha celebrado por videollamada. El hospital no dudó en ningún momento en cumplir el deseo de ambos, preparando todo lo más rápido posible. Es muy común tras la pandemia del coronavirus celebrar algunos acontecimientos en el hospital para los que se encuentren ingresados como cumpleaños o santos, pero nunca antes se había celebrado una ceremonia en el Hospital Vall d'Hebron, convirtiéndose la de Francisco y su pareja en la primera.

Los cocineros prepararon un menú especial para el paciente y su pareja

A primera hora de la mañana de este jueves, Francisco contraía matrimonio con su pareja en un acto al que no le faltaba ningún detalle: pajarita, camisa blanca, vestido blanco...y el ramo de rosas blancas. Ambos habían pedido el día anterior el permiso para los dos testigos y para ella. De forma telemática, la jueza dio el visto bueno a la ceremonia. Los cocineros y auxiliares del sector de hostelería del hospital han querido aportar su granito de arena elaborando un menú especial para los recién casados.

El paciente se animó a tocar su canción favorita

La música ha tomado cierto protagonismo en la ceremonia, y es que el novio es técnico de sonido y ha trabajado con varios grupos musicales como Ojos de Brujo, Antonio Restucci, Pedro Javier González.

Francisco incluso se ha animado a tocar una de sus canciones favoritas "Take it to the sun", de Martin Orford, con ayuda de un ordenador.

A la ceremonia tampoco le han faltado las lecturas, algo muy común en las bodas. Una doctora residente, ha querido leer la carta de San Pablo a los Corintios, del Nuevo Testamento. "El amor es paciente, servicial y no tiene envidia; no es grosero ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia sino que goza con la verdad", dice el mensaje.

Todo el personal sanitario ha querido participar

Celadores, doctores, médicos, auxiliares, y hasta el personal de limpieza del hospital querían ser partícipes de esta ceremonia. Mar Serrano, coordinadora de enfermería en la planta donde se encuentra el paciente, llevó un pastel, un ramo de flores y una guitarra. Otros en cambio, han optado por colaborar forrando las sillas, decorando la sala con serpentinas e incluso peinando a la novia para la boda.

El personal de limpieza ha ayudado en el acto y han desinfectado la sala donde tuvo lugar la boda. Tras un año y medio de malas noticias tras el coronavirus, los sanitarios se encontraban emocionados por vivir situaciones como la de este jueves en el Vall d'Hebron, donde la implicación del hospital ha ido más allá de lo profesional.