Alimentación balanceada
Es necesario ofrecer alimentos de calidad y acorde a la etapa de la vida de nuestro canino. Nunca debe faltarle agua limpia y fresca. Hoy día, las casas comerciales proveen diversos tipos de alimentos según las necesidades de cada perro. Es necesario evitar el sobrepeso de la mascota ya que, al igual que en los humanos, la obesidad no es un signo de salud. Para ello una adecuada alimentación y una rutina de ejercicio físico, contribuirá con la salud física y mental de tu mascota.
Frecuencia adecuada de los baños
Los perros requieren de cuidados de la piel y su pelaje, y la periodicidad y el tipo de champú o lociones a utilizar varía en función de la raza. Un error muy frecuente es querer bañar muy seguido a la mascota con jabones o champús que modifican la microbiota de la piel, propiciando así la ocurrencia de infecciones cutáneas.
Vacunar contra las enfermedades infecciosas
Existen enfermedades infecciosas que puede ser mortales para nuestros “mejores amigos”. Distemper, Parvovirosis y la Hepatitis infecciosas son ejemplos clásicos de enfermedades que puede prevenirse mediante la aplicación de vacunas. El médico veterinario será el encargado de orientar al respecto.
Desparasitación periódica
Es necesario realizar la desparasitación periódica de tu mascota. Esto dependerá de la zona donde se viva, del estilo de vida de la mascota y de la decisión que tome el médico veterinario en función de los exámenes respectivos. Es recomendable alternar el uso de los principios activos de los desparasitantes a fin de evitar posibles resistencias a estas drogas.
Acudir al médico veterinario
Finalmente, y no menos importante, se debe acudir con la mascota de manera rutinaria al médico veterinario. Es recomendable ir con el especialista al menos dos veces al año a menos que exista una condición de salud que necesite una mayor frecuencia de visitas. El médico veterinario será el encargado de llevar el control sanitario de tu mascota y de ofrecer las recomendaciones pertinentes para su cuidado.