10 memes sobre la retirada de Juan José Padilla

Juan José Padilla, apodado El Pirata, dejaba el toreo este domingo en la plaza de La Misericordia de Zaragoza con motivo de las Fiestas del Pilar. En ese mismo ruedo pudo haber muerto hace siete años.

La cogida de Barcelona, la de Pamplona, la de San Sebastián, la de Huesca, que le abrió en canal... Los toros se han ensañado con Padilla en sus 25 años de profesión, hasta dejar irreconocible su anatomía. En sus 45 años de vida ha recibido 40 cornadas.

"Tortolito" se llamaba el toro del adiós de Padilla, de la ganadería de Cuvillo. Brindó la faena a sus hijos y a su mujer. Al final, salió a hombros y cortó dos orejas al morlaco.

En 2011, en la misma plaza de su despedida, un toro de Ana Romero llamado "Marqués" le arrancó un ojo. Otra de las secuelas de aquella brutal cornada es un pitido en el oído que le impide descansar.

Torero polémico como pocos, Juan José Padilla la lió en octubre de 2017 al celebrar una faena en la plaza de toros de Villacarrillo (Jaén) envuelto con una bandera franquista.

Hasta cincuenta puntos de sutura le tuvieron que dar los médicos el pasado mes de julio. En la plaza de Arévalo, un toro le arrancó el cuero cabelludo. La imagen dio la vuelta al mundo.

Muchos han sido los compañeros de profesión que arroparon al diestro en su última tarde. Desde Ortega Cano a Morante de la Puebla, pasando por Manuel Escribano y López Simón, entre otros. Padilla ha sido un torero único y muy apreciado por la afición.

Fue a finales de 2017 cuando El Pirata anunció que la de 2018 sería su última temporada. Pone fin a 25 años de carrera desde que tomó la alternativa. “Siento que ya no podía estirar más la cuerda ni seguir tentando a la suerte”, dijo el jerezano entonces.

Juan José Padilla ha sabido superar las tragedias con una moral de hierro. Eso le ha hecho ganarse el respeto de los aficionados y ha extendido sobre él un halo de popularidad para bien y para mal. Estos años ha toreado en todas las ferias de España, Francia y América.

Cuando Padilla aún no había terminado su última vuelta al ruedo, Alejandro Talavante, compañero de cartel en Zaragoza, anunciaba en su cuenta de Twitter que también dejada los ruedos. Una decisión tan respetable como inoportuna, a juicio de los críticos.