En la jornada en la cual se conmemora el Día Internacional del Sida todavía siguen cuestionándose los motivos por los cuales se logró producir una vacuna para contrarrestar la transmisión del COVID-19, pero aún no se ha llegado a crear una vacuna para tratar el VIH, enfermedad de la que se tiene conocimiento desde hace más de tres décadas.

Los expertos siguen sin poder crear una vacuna contra el VIH

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que cada 1 de diciembre desde 1988 se celebrara el Día Internacional del Sida, los científicos todavía no han conseguido crear vacunas para combatir el VIH, situación muy diferente respecto al Coronavirus, que gracias a la movilización empresarial, científica y gubernamental de los países más importantes del mundo, se han podido fabricar diferentes vacunas para contrarrestar su propagación.

Quedó muy lejos en el tiempo la promesa realizada en 1984 por Margaret Heckler, secretaria de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Tras haber anunciado la identificación del virus que causa el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, la política había prometido que se fabricaría una vacuna para ser probada dos años más tarde en pacientes con VIH. Desde 1981, la enfermedad mató a más de 40 millones de personas aproximadamente. Hasta el momento, el único tratamiento que funciona para combatir el Sida es el tratamiento con antirretrovirales.

La única vacuna preventiva frente al Sida estaría en Fase III

Hasta ahora, solo hay una vacuna preventiva frente al VIH. Se trata de la fabricada por la compañía Johnson & Johnson y actualmente se encuentra en la última fase de ensayo clínico.

La investigación para la posterior elaboración de esta vacuna se diseñó en dos ramas: la primera en mujeres africanas y la segunda en la población masculina de América y Europa.

El primer estudio, llamado "Imbokodo", se detuvo en la Fase 2B, ya que los resultados habían demostrado que dicha vacuna no mostraba una protección suficiente.

Por otro lado, el segundo estudio, denominado "Mosaico", continuó sus investigaciones bajo una división de la compañía Johnson & Johnson –Janssen– en la cual están participando cerca de seis hospitales españoles con alrededor de 250 voluntarios.

El coordinador de este ensayo es el doctor Vicente Estrada, quien además es responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Los pacientes recibirían unas cuatro dosis de la vacuna preventiva para comparar las cifras de los nuevos diagnósticos en la rama placebo ante los vacunados. Los resultados llegarían después de un año.