En el noroeste de Brasil científicos de la unidad de quemados han desarrollado un método para tratar las quemaduras de segundo y tercer grado de una manera más económica y menos dolorosa para los quemados, usando una piel de un animal llamado tilapia el cual no es más que un pez de agua dulce comestible. Sin embargo, su piel siempre había sido desechada hasta el año 2017 donde se empezó a realizar experimentos con roedores.

Más económica que los tratamientos convencionales

El uso de vendajes y cremas para las quemaduras proporcionan un gran gasto tanto para los centros de salud como para los pacientes los cuales ya no solamente se deben de preocupar por no contraer una infección, sino también de pagar la factura de los costos de sus tratamientos.

Con este descubrimiento se reducirían considerablemente los gastos económicos, ya que no se requieren el recambio de vendas ni uso de cremas con colágeno que son altamente costosas.

Tratamiento de la piel para ser utilizada

Para poder utilizar esta piel de manera segura este debe de pasar por una serie de procedimientos. Este proceso de limpieza consta de eliminar las escamas, toxinas, residuos de tejidos musculares y por último, pero no menos importante, el olor desagradable a “pescado”. Luego de tener la piel limpia proceden a cortar la piel en pequeñas tiras las cuales van a ser puestas en un refrigerador a una temperatura de 3° centígrados aproximadamente con un máximo de 2 años y así tener una piel totalmente esterilizada y lista para poder ser utilizadas en la piel humana, sin riesgo a infecciones.

La tilapia, muy eficaz según los científicos brasileños

Este tratamiento es altamente eficaz aunque se ha utilizado en pocos pacientes ha obtenido resultados excelentes. La piel de tilapia contiene colágeno tipo 1, una proteína muy similar al colágeno que posee el humano en la piel, además de conferir una buena hidratación la cual ayuda a la cicatrización y a su vez no necesita que sea renovado constantemente evitando el gran dolor, infecciones por microorganismos y limita la pérdida de proteína y plasma que puede causar la muerte, que produce el cambio de vendajes en la heridas antes mencionadas.

Los investigadores sostienen que “la gran cantidad y facilidad de la obtención del recurso para este tratamiento es lo que les confiere una gran sustentabilidad a este nuevo proyecto del área de salud”. En la investigación participaron 46 investigadores de Brasil en conjunto del instituto de la unidad de apoyo al quemado y financiado por la empresa Enel. No obstante, todavía se mantienen las investigaciones sobre el uso de esta piel para tratamientos quirúrgicos de distintas áreas médicas como es el caso de la ginecología.