Anteriormente el estudio de la naturaleza era complicado para los expertos. Ahora con ayuda de la tecnología podemos ser testigos de los descubrimientos más asombrosos, gracias al interés de científicos que buscan el porqué de muchos fenómenos. Al tratar de entender a nuestro planeta, quizá estemos más atentos a escuchar que somos parte de él, y que debemos hacer conciencia en su cuidado y preservación.
Científicos están haciendo uso de robots – delfines – que tienen 1, 5m de largo y 50 kg. Estos se sumergen para escuchar el viento en el océano, y recopilan el ruido que se produce en la superficie a causa del clima.
Los expertos comentan que los robots, pueden aportar información complementaria sobre el viento y patrones de tormenta, donde las estaciones meteorológicas son insuficientes.
Búsqueda de datos más exactos con el uso de las nuevas tecnologías
El investigador Pierre Cauchy – doctorado de la Universidad de East Anglia, Reino Unido – explica, que esta conexión de los sensores pasivos acústicos a submarinos autónomos, pueden desarrollar nuevas maneras de monitorear los mares. El despliegue del planeador es exhaustivo, lleva un día sumergirlo en el agua. Después la tarea del robot consiste en apagarse durante unos meses para recabar datos.
La energía del sonido en la superficie de los fuertes vientos, se extiende hacia el sumergible, el cual localiza el ruido a frecuencias en rango 2- 10kHz.
Cuanto más veloz es el viento, más fuerte es el sonido. Los satélites realizan un estimado de la velocidad del viento, sobre sitios marítimos lejanos, y a su vez miden la rugosidad de la superficie.
Las condiciones para la nave espacial son distintas en comparación con la agitación de los mares, ya que los planeadores equipados con hidrófonos, se utilizan para verificar las certezas de este satélite.
El planeador es fundamental para recopilar datos, ya que puede accesar a lugares a los que no se permite ir con bote o en una boya.
Los robots son propulsados por flotabilidad, asimismo una vejiga se va alternando al llenarse y desinflarse con agua, después los robots van elevándose y caen en la columna de agua, por lo que sus alas los enfilan hacia adelante para darles más empuje.
La falta de motor, es una ventaja ya que realizan su tarea en silencio, por lo que pueden capturar datos acústicos completamente nítidos. Los planeadores de UEA pueden recabar cualquier tipo de sonido oceánico, estos incluyen el ruido de los peces parloteo, los clics de ecolocación de las ballenas entre otros.