La Ciencia está alterando los libros de texto. Si hacemos memoria, probablemente, recordemos al profesor/a de ciencias que nos daba la clase magistral, “hoy toca estudiar los líquenes”. ¿Recordamos que es un líquen?

Siempre nos explicaron que era una relación de simbiosis entre dos organismos. Es decir, una relación establecida entre organismos diferentes que viven juntos. En este caso se trata de un alga y un hongo y ambos se proporcionan un beneficio mutuo.

Pues bien, esto parece que ha cambiado gracias al estudio realizado por científicos de la Universidad de Uppsala (Suecia), Graz (Austria), Purdue (Estados Unidos) y el Instituto Canadiense de Investigación Avanzada en Toronto.

El dicho popular “dos son compañía, tres multitud” no es el caso de los líquenes.

La curiosidad

Todo surgió cuando los investigadores observaron que en una determinada zona (Montana, EEUU) crecían dos tipos de líquenes muy semejantes. Tanto que compartían un mismo genoma. Sin embargo, presentaban una característica que los hacía muy diferentes. Una era tóxico para los mamíferos mientras que el otro era totalmente inocuo.

¿Qué ocurría en estos dos organismos para que fueran tan semejantes y diferentes a la vez? ¿Qué misterio guardaban silenciosamente? Para aclarar estas dudas, recurrieron a estudiar el ARN. Una molécula que permite analizar que genes están más activos en cada liquen.

Lo que se encontraron fue un ARN adicional que no pertenecía ni al hongo ni al alga que forman parte de la simbiosis.

Existía un ARN perteneciente a otro hongo diferente, una levadura. La diferencia era que se encontraba en mayor cantidad en la especie de liquen tóxica.

Esto explicaba el caso de los líquenes en Montana. Pero, el estudio no se quedó ahí. Extrapolaron los estudios a líquenes de los diferentes continentes. Y ¿cuál fue su sorpresa?

Las células de levadura se encontraron como socios omnipresentes

Este tercer componente parece haber estado siempre ahí. Entonces, ¿por qué ha pasado desapercibido para toda la comunidad científica mundial?

Cuestión de cantidad

La cuestión parece que se debe a que las células de levadura son muy minoritarias, lo que significa que son mucho más difíciles de encontrar.

Probablemente fueran ya detectadas en estudios anteriores, pero, al ser tan minoritarias su presencia se justificó creyendo que podrían estar colonizando o parasitando a los líquenes. Y nada más lejos de la realidad.

Las levaduras son microorganismo que forma parte de la estructura básica de los líquenes. Concretamente, forma parte del tallo, por lo que podrían ser los responsables de las formas características de los líquenes.

Un hallazgo que revolucionará, fundamentalmente a la comunidad liquenológica y micológica.