El cerebro humano es una estructura remarcable con la que no pueden competir ni siquiera las máquinas más complejas del mundo. Y aun así, los 100.000 millones de neuronas que hay en el cerebro son extremadamente frágiles.

Si cualquier conexión se ve deteriorada o una vía neural se queda bloqueada, la funcionalidad del cerebro puede debilitarse rápidamente. Por otro lado, también hay formas de engañar al cerebro incluso si no presenta lesiones o defectos estructurales.

Gracias a varios trucos sencillos, el cerebro humano puede darnos la sensación de ver y escuchar cosas que realmente no existen.

Incluso sin tener que consumir drogas u otras sustancias extrañas.

En el vídeo que hay un poco más abajo, el grupo Scam School demuestra cómo una persona puede tener alucinaciones si es puesta en una situación de privación sensorial intensa con ayuda de varios objetos de uso doméstico banales.

Para experimentar alucinaciones, necesitarás hojas de papel blanco, un trozo de algodón, bandas de goma o elástico y los siguientes accesorios: tijeras, cinta adhesiva, grapadora y cuerdas, así como auriculares con aislamiento acústico.

El resto lo tendrás que ver en el vídeo para descubrir cómo se usa cada objeto de la lista. Como de costumbre, los efectos empiezan a sentirse tras aproximadamente 10-30 minutos.

Después de 20 minutos, los de Scam School empezaron a ver colores extraños, similares a los que se producen cuando se frotan los ojos. Luego los colores se convierten en siluetas de dinosaurios, medusas o incluso en el ojo de Saurón. Uno de ellos incluso escuchó algunos gritos, y el otro oyó risas.

Aunque parezca una aberración, lo que estos chicos hacen es respetar los principios de un fenómeno científico real, conocido bajo el nombre de “efecto Ganzfeld”.

El efecto Ganzfeld describe qué ocurre cuando una persona se ve expuesta a “un campo uniforme y desestructurado de estímulos”, como por ejemplo escuchar de forma constante y estática el sonido de la tele. En este caso, el cerebro tratará de ampliar el ruido a nivel neuronal y se esforzará por encontrar las señales visuales que faltan.

Esto puede tener como resultado tanto alucinaciones visuales como auditivas. Cada persona experimentará este efecto de maneras distintas. “Quizás la cosa más extraña que he observado fue el sentido de mi corazón. Sentí que bombea difícilmente y casi pude sentir cómo circula la sangre a través de mi cuerpo”, dijo Derek, un joven que permaneció en una habitación totalmente aislada durante 45 minutos en el marco de un experimento.

“También sentía como si mi corazón fuera capaz de hacer temblar todo mi cuerpo. Fue una sensación muy extraña”, agregó.