ARIES: Es el signo más madrugador y el que comienza la jornada con más energía. Se despierta antes de que salga el sol y prácticamente pone los adoquines de las calles para el resto de los mortales que todavía amanecen con los ojos pegados y rezando por una taza de café. No necesita que la alarma del despertador suene dos veces y salta de la cama al primer pitido. Es la envidia de los signos más perezosos, a los que les cuesta un mundo dejar los brazos de Morfeo. La única razón por la que Aries permanecerá más tiempo en la cama es para librar una fogosa batalla entre las sábanas.
TAURO: Se le hace cuesta arriba el madrugar, aplazará la alarma mil veces, por lo que es mejor no hablarle mucho recién levantado, porque contestará a todo refunfuñando entre sonoros gruñidos. Si es posible, lo primero que harán será volverse a dormir, para regresar a la comodidad de la cama. Se levantan con un apetito voraz deseando disfrutar de un suculento desayuno.
GÉMINIS: Actúa según el día, es capaz de saltar de la cama nada más que suena el despertador o por el contrario, si se encuentra muy agotado, pondrá el despertador para levantarse tarde y aun así volverá a quedarse dormido. Sea como sea lo que no perdona este signo, es un vistazo a WhatsApp o Facebook al poco tiempo de desperezarse para saciar su curiosidad.
CÁNCER: Se levanta sin prisa, remoloneando todo lo que puede y más, tras esta sesión de vuelta y vuelta entre las sábanas, empieza el día en modo Zen, tranquilo y contemplativo, mientras se prepara una taza de té y lo acompaña de un desayuno digno de un rey.
LEO:Es capaz de despertarse sin necesidad de alarma, como el astro rey, pero lo hará entre quejidos lastimeros, de por qué el entre todos los mortales tiene que madrugar.
Cuando se le pase el disgusto, irá a atender a su legión de fans en las redes sociales y si el día lo permite se alegrará la mañana con una buena dosis de elixir rejuvenecedor con su pareja, recibirá mimos y lucirá todo el día una piel tersa y una radiante sonrisa leonina.
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