La pandemia de coronavirus está obligando a los países a volcar todos sus esfuerzos en la innovación, la sanidad y la ciencia para crear nuevas formas de controlar el virus. Con más de 3,3 millones de contagios y 238.000 muertes en todo el mundo, estos avances son fundamentales para ganar la batalla a la enfermedad.

En este contexto, la tecnología se ha convertido en un elemento imprescindible para detectar y controlar la pandemia. Así, los drones y las máquinas térmicas se han transformado para convertirse en uno de los elementos de control principales.

Su papel protagonista en la lucha contra el Coronavirus ha puesto en valor el trabajo de ingenieros y científicos.

La vacuna no llegará hasta 2021

El fin de la guerra contra la Covid-19 pasa por encontrar una vacuna efectiva que pueda comercializarse a nivel mundial. Tan solo entonces la población estará protegida frente a nuevos brotes. En cuanto a los avances en los trabajos de los científicos, desde la Organización Mundial de la Salud se ha informado de que se están desarrollando 120 vacunas en distintos laboratorios de todo el mundo. Siete de ellas han entrado en la fase de ensayo clínico y ya están siendo probadas en humanos.

Por su parte, Salvador Illa, ministro español de Sanidad, apuntaba hace unos días que podría estar disponible una vacuna que protegiera a la población mundial "en el primer semestre del año que viene".

La tecnología, una gran aliada para detener la pandemia

Mientras se espera una vacuna efectiva que permita una vuelta a la normalidad total en todos los países afectados, la start up china Rokid ha inventado un objeto capaz de detectar la temperatura de cientos de personas a la vez en dos minutos a tres metros de distancia.

Se trata de unas gafas térmicas que permiten revelar posibles síntomas de coronavirus con tan solo un vistazo.

Según apuntan sus creadores, especializados en inteligencia artificial, estas gafas pueden detectar la temperatura de hasta 200 personas en tan solo dos minutos. Además, pueden hacerlo a una distancia de hasta tres metros. Funcionan a través de unos sensores infrarrojos y cuentan con tecnología de realidad aumentada y una cámara de 12 mpx.

De esta manera, se podrían emplear estas gafas para localizar posibles infectados de una manera rápida y eficaz. Con su utilización se puede detectar a todas aquellas personas que presenten fiebre y puedan ser posibles casos de coronavirus.

Se está estudiando su utilización en los hospitales para detectar síntomas antes de la realización de pruebas, pero su uso podría ser útil en muchos otros ámbitos, como por ejemplo las empresas.

Detectar la fiebre es clave

La fiebre es uno de los síntomas más comunes de los pacientes de coronavirus. Por ello, muchos esfuerzos de los científicos se están centrando en crear máquinas u objetos térmicos que permitan medir la temperatura de las personas para detectar de forma temprana posibles contagios.

Por ejemplo, en Dubái la policía ha empezado a utilizar cascos inteligentes capaces de detectar posibles contagiados a través de sensores térmicos. Se están utilizando en el transporte público, y también se han empleado en varias zonas de China. Y es que todos los esfuerzos son pocos cuando se trata de hacer frente a la pandemia de la Covid-19.