¿Cuántas veces has pensado que tu Smartphone espiaba tus conversaciones, y no solo las de whatsapp?. ¿Te has sentido sorprendido por las sugerencias que te hacen en la barra de búsqueda o las noticias del día de Google? ¿Has llegado a pensar que tu móvil te leía el pensamiento?

Pues no, no estabas equivocado. Obviamente existen complejos algoritmos que hacen que para que una mayor experiencia tu teléfono registre tu historial, tus búsquedas y tus referencias, pero no son suficientes para la inteligencia avanzada que presentan los nuevos dispositivos.

El micrófono no es el problema

No, tranquilidad, no hay nadie al otro lado del aparato. El móvil no escucha excepto aquellas aplicaciones destinadas a su uso (Asistente de Google, Google Home, etc...). Este experimento se ha llevado a cabo en la NorthEastern University por un grupo de investigadores que han pasado 12 meses usando más de 17000 apps con el solo próposito de demostrar que tenemos duendes en nuestro smartphone. Las conclusiones en este sentido han sido positivas para el usuario respecto al micrófono pero se han encontrado con algo peor.

La cámara que todo lo recoge

Sorpresa, los espías venían desde tu cámara y no son solo fotos lo que recogen sino también videos. Esto se debe a que una gran cantidad de aplicaciones para móvil (incluso las más famosas como Facebook, Instagram o Twitter) nos piden permisos para acceder a nuestras cámaras.

Y también al audio sí, pero en estos casos el espionaje no es factible.

La conclusión es que nadie te escucha o te graba audio (aunque lógicamente hay tecnología de servicios secretos que sí pueden llegar a hacerlo) pero si te pueden sacar fotos o grabarte en vídeo, pero no te preocupes que tu cara no saldrá en ningún lado, lo que se graba es tu uso del teléfono (tap, scrolls, etc...) ¿Inquietante, verdad?

La polémica de Facebook

Recordemos que no hace mucho Facebook estaba bajo la lupa del FBI por un posible espionaje de los usuarios. Además, hay que recordar el sempiterno tema de la injerencia rusa.

El ultimo caso de Cambridge Analytica situaba a Facebook como la herramienta perfecta y conveniente para favorecer situaciones externas mediante fake news y datos privados, ya sea la presidencia de Estados Unidos o el comercial boom de Amazon y Aliexpress.

Lo curioso de este caso es que, a pesar de su gravedad, no ha afectado en lo mas mínimo a la compañía de Mark Zuckerberg. Quizás este sea el precio que se debe pagar por la gratuidad de las redes sociales.