¡Gamer!

Primero, quiero expresar las disculpas del caso, ya que en la nota anterior hablé acerca de las evoluciones mencionado a Slowbro como ejemplo cuando claramente el que evoluciona a Slowking es Slowpoke, además del nombre que lleva Slowking.

Dejando lo mencionado anteriormente de lado, en este punto quiero tocar de manera objetiva el caso de transferencias, pues mucho se dice acerca de lo que viviremos en noviembre con la nueva actualización.

Si bien es cierto que la primera vez que tuvimos el juego Pokémon en nuestras manos era necesario contar con un cable link para poder así intercambiar los monstruos de bolsillo, hablamos de la serie roja y azul, claro ejemplo de ello eran Haunter, Kadabra y Graveler, ya que cada uno de ellos obtiene su máxima evolución luego de hacer el intercambio con otro usuario que cuente con un game boy.

Luego, en la segunda generación, se implementó la evolución alterna de pokémon cuando estos portaban algún objeto en especial, (haciendo hincapié en la nota anterior) Slowpoke a Slowking, Onix a Steelix, entre otros. Es por ese motivo que el tema de la transferencias Pokémon podría traer un tanque de oxígeno para Niantic y las demás compañías vinculadas a Pokémon go, sin embargo, ¿esta podría ser un arma de doble filo?

Es cierto que emociona saber que nuestras criaturas podrán ver otro tipo de evoluciones de acuerdo a nuestras decisiones, pero la emoción disminuye si algún objeto que necesitemos para evolucionar a algún pokémon tenga algún costo.

No te sorprendas, así como la cantidad de huevos de suerte que recibes a lo largo del juego, podría compararse en número con la cantidad de objetos necesarios que recibas para obtener esa tan dichosa evolución.

Revestimiento metálico o la roca del rey, ¿acaso los nombres no son tan bonitos como para poner un precio de un dólar a cada uno y así sacarnos más dinero el bolsillo para seguir siendo un gran maestro pokémon?

Esperemos que Niantic no nos aburra con objetos así como lo hace con los sandshrew que invaden cada día las calles de nuestra ciudad juntamente con los pidgeys y rattatas.

Espero te haya gustado la nota, sígueme en mi página de Facebook. Y de nuevo te pido disculpas por la nota anterior.

¡Hasta la próxima!