Varias cámaras de seguridad captaron a un ladrón que llevaba un abrigo azul y un gorro naranja irrumpiendo en el famoso restaurante El Llar de la Catedral, situado junto a la plaza Alfonso II El Casto, en el centro de Oviedo. El delincuente entró e intentó acceder a la caja registradora. Juan Cuesta, uno de los dueños del establecimiento, comentó que el hombre "reventó el cristal de la puerta principal y luego intentó abrir a patadas la caja registradora, pero no pudo".

El dueño del restaurante dijo que el ladrón no era profesional

Juan Cuesta dijo que normalmente un ladrón entraba con herramientas.

Sin embargo, explicó que este ladrón había acudido “sin destornillador para hacer palanca y abrirla”. El hostelero explicó que la policía llegó cinco minutos después de que la alarma comenzó a sonar y que el delincuente abandonó el restaurante con 100 euros del bote de las propinas de los empleados.

La policía comenzó a analizar las imágenes del robo

Los investigadores de la policía ya comenzaron a analizar las cámaras de seguridad en el restaurante. Asimismo han conseguido las imágenes captadas por la videovigilancia del barrio de El Antiguo en Oviedo. Cabe destacar que el robo se produjo el martes sobre las 5:30. En el vídeo del restaurante en Oviedo se observa que el ladrón intenta abrir la caja registradora volteándola y posteriormente comienza a reventarla.

Previamente el delincuente había apartado el bote de las propinas que estaba sobre la mesa y este cayó al suelo. Las monedas se desparramaron por todo el suelo del establecimiento.

A partir de ese momento, el ladrón decidió comenzar a recoger las monedas que habían caído en el suelo. El hombre las volvía a meter en el recipiente mientras se encontraba a cuatro patas.

El hombre aventó el monitor que se rompió en varios pedazos

Muy molesto, el ladrón aventó el monitor que terminó rompiéndose contra el suelo.

Acto seguido, el hombre volvió a retomar sus labores para recoger las monedas desparramadas. Sin embargo, no consiguió recoger todas las monedas, pero tuvo que huir del local ante la inminente llegada de la Policía.

Si el hombre hubiera tardado un minuto más su salida del establecimiento en Oviedo probablemente habría quedado atrapado como consecuencia del humo antirrobo. La poca visibilidad del lugar le habría impedido encontrar la puerta de salida antes de la llegada de los agentes de la Policía. Cabe destacar que las cámaras de seguridad captaron cómo otra persona pasaba apresurada por delante del restaurante. Hasta ahora se desconoce si este se trataba de un cómplice o de un testigo.