En la prisión madrileña de Estremera, el asesino confeso del triple homicidio de Morata de Tajuña ha matado presuntamente a su compañero de celda. Los hechos tuvieron lugar sobre las 2:30 del jueves 15 de febrero. Las autoridades penitenciarias activaron el protocolo correspondiente después que encontraron el cadáver en el interior de la celda.
El sospechoso ha sido trasladado a un régimen de aislamiento provisional
Tras los hechos, el hombre ha sido trasladado de su celda a un régimen de aislamiento provisional. Las primeras pesquisas apuntan a que la víctima perdió la vida como consecuencia de un golpe.
Los agentes de la Guardia Civil recogieron indicios en la escena del crimen. Además, los investigadores tendrían previsto interrogar al sospechoso y a varios testigos.
El juez de guardia y el forense recibieron la información de los hechos
Las autoridades de la cárcel comunicaron al juez de guardia, el forense y a los agentes de la Guardia Civil sobre los hechos que tuvieron lugar en el recinto. Varias fuentes explicaron que el asesino confeso de los hermanos de Morata de Tajuña compartía celda con otro preso porque tenía orden de acompañamiento. La víctima actuaba como un 'preso sombra' para evitar que el acusado intentara quitarse la vida.
Tras el asesinato de las tres personas en la localidad madrileña el pasado mes de enero, el sospechoso acudió a una comisaría de la Guardia Civil en la que afirmó: “Hola, soy el asesino de los hermanos de Morata”.
Presuntamente, el detenido les había prestado 60.000 euros a las víctimas, que no le habían devuelto. Incluso el reo estuvo implicado en un intento de agresión con un martillo a las hermanas que le debían el dinero.
Según ha trascendido, las hermanas de Morata de Tajuña debían más de 400.000 euros que habían pedido prestados.
Las mujeres habían conocido a unos supuestos militares estadounidenses a través de las redes sociales. Los hombres comenzaron a pedirles dinero alegando que estaban llevando a cabo un procedimiento para cobrar una millonaria herencia. Cada vez les exigían más dinero mientras ellas estaban convencidas de que su amor era verdadero.
Las mujeres gastaron su pensión y pedían dinero prestado para enviárselo a los supuestos militares estadounidenses destinados en Afganistán. A pesar de que sus allegados les advirtieron que estaban siendo estafadas, ellas no le hicieron caso y continuaron contrayendo más deudas. El entorno de las hermanas eran víctimas de la estafa amorosa desde hace siete años.
Los cadáveres de los tres hermanos, dos mujeres y un hombre, fueron encontrados en su vivienda en Morata de Tajuña en avanzado estado de descomposición. El presunto asesino contó ante sede judicial que había matado a las víctimas el pasado 17 de diciembre con una barra de hierro. Los cuerpos también estaban parcialmente quemados.