La Guardia Civil encontró una pistola de fogueo en la casa donde murieron tres hermanos. Ahora los agentes de la Benemérita intentan averiguar sobre el origen del arma simulada. El pasado jueves 18 de enero, los miembros de la institución armada hallaron los tres cadáveres en el interior de su vivienda en el municipio de Morata de Tajuña.
Los agentes realizaron un registro ocular en la vivienda
Desde la Guardia Civil informaron que los agentes realizaron un registro ocular en la vivienda con el fin de encontrar pistas para poder esclarecer los hechos.
Durante la mañana del pasado viernes los investigadores encontraron la pistola de fogueo en el domicilio familiar en Morata de Tajuña.
Las autoridades tenían previsto realizar la autopsia correspondiente a los tres cuerpos el pasado viernes. Previamente los cadáveres habían sido trasladados al Instituto de Medicina Legal. Cabe destacar que Amelia, Ángeles y Pepe fueron encontrados parcialmente quemados.
Los cadáveres fueron hallados después de que sus vecinos denunciaran que llevaban varias semanas sin saber nada de ellos. Cuando los agentes de la Guardia Civil irrumpieron en la vivienda se dieron cuenta de que los tres cuerpos se encontraban en avanzado estado de descomposición.
Los investigadores barajan la hipótesis de un posible ajuste de cuentas
El equipo de la Guardia Civil baraja entre las principales hipótesis del caso un posible ajuste de cuentas por las supuestas deudas que las víctimas habrían contraído con varias personas. Ahora los vecinos comentaron que Ángeles y Amelia supuestamente estaban siendo víctimas de una estafa amorosa.
Los vecinos explicaron que las hermanas enviaban dinero a dos presuntos militares de Estados Unidos porque mantenían una relación a distancia con ellos desde hace varios años. Ángeles y Amelia y sus “novios” se conocieron mediante la red social Facebook. Uno de los presuntos militares les había dicho a las hermanas que se llamaba Edward.
En una ocasión, les habría pedido dinero a las las mujeres alegando que su compañero había muerto y que ahora tenía que pagar todos los gastos relacionados con el cobro de una herencia.
Las mujeres pedían grandes sumas de dinero
Ángeles y Amelia gastaron buena parte de su pensión y comenzaron a pedir dinero prestado a vecinos y conocidos. Las hermanas supuestamente pedían sumas de hasta 18.000 euros alegando que les iban a devolver mucho más cuando cobraran la herencia. Por eso, la Guardia Civil ha llegado a la conclusión de que las víctimas podrían haber contraído unas deudas que finalmente desembocaron en la muerte de ellas junto a su hermano.