El jurado popular seleccionado para el juicio contra dos miembros de la Policía Nacional que acudieron a un domicilio situado en la calle Lagasca, en el centro de Madrid, con un ariete en el año 2021, han tomado una decisión: eximir por unanimidad a los agentes por incurrir en un delito de allanamiento de morada. Los agentes se vieron obligados a entrar en un piso al estar teniendo lugar un flagrante delito en pleno estado de alarma por la pandemia del coronavirus.

Los agentes utilizaron un ariete para entrar por la fuerza

El jurado considera que la intervención de los agentes -que llegaron a derribar la puerta de entrada del piso con la ayuda de un ariete- estaba justificada.

A lo largo de la vista, se pudo comprobar que el denunciante estaba celebrando una fiesta, cuando estaba prohibido, y los invitados desobedecieron a los agentes al negarse a poder ser identificados (algo que los agentes les solicitaron hasta en 28 ocasiones).

En la Constitución española, en su artículo18.2, se indica que el domicilio es inviolable, pero se puede romper este derecho, sin tener una autorización judicial o el permiso del titular, si hay constancia de estar sucediendo, en su interior, un ‘flagrante delito’.

El tribunal del jurado ha hecho público el veredicto. Los miembros del mismo consideran que los dos agentes son inocentes de los delitos por los que habían sido juzgados y, ahora, el tribunal tendrá que dictar una sentencia absolutoria.

Uno de los agentes es el subinspector que estaba al frente del dispositivo policial. En el dispositivo también estaban presentes otros cuatro agentes que ya fueron exonerados la semana pasada al ser retirados todos los cargos en su contra por parte de la acusación.

Por otro lado, el jurado ha respaldado el empleo del ariete por parte de los policías para poder entrar en el piso por la fuerza.

En el interior de la vivienda se contabilizaron catorce personas que estaban celebrando una fiesta -no solo la celebración estaba prohibida, también las reuniones con ese número de asistentes- en medio de la pandemia, infringiendo la normativa activa por el Covid.

El vídeo de la actuación de los agentes se hizo viral

El vídeo grabado por los asistentes a la fiesta, realizado desde el interior de la vivienda, se hizo viral y provocó mucha controversia pues se veía a los agentes derribando la puerta.

El denunciante que presentó la querella era el inquilino del piso -un ciudadano de nacionalidad británica que vive en España-, al considerar que los agentes habían empleado un uso desproporcionado y excesivo de la fuerza, además de defender que su domicilio había sido asediado cuando no había una causa que lo legitimara.

El abogado de la parte denunciante, Juan Gonzalo Ospina, ha confirmado que presentará un recurso en contra de esta decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.