Los agentes de la Policía Nacional investigan un presunto abuso grupal denunciado por una joven de 18 años en Valencia. Las primeras informaciones apuntan a que un grupo de entre tres y cinco hombres abusaron de la presunta víctima en un descampado situado frente a un cuartel de la Guardia Civil en el barrio de la Malva-Rosa. Los implicados en los hechos procedían de una discoteca.

La Policía Nacional intenta identificar a los implicados

Actualmente los investigadores de la Policía Nacional intentan identificar a los presuntos implicados. Los agentes ya han comenzado a tomar declaración a los testigos del incidente.

En dependencias policiales, la presunta víctima reconoció que accedió a salir con uno de los sospechosos, aunque la joven comentó que cuando estaban en el descampado en Valencia, llegaron el resto. En ese momento, la presunta víctima comenzó a sentirse mal y finalmente habría sufrido el presunto abuso mientras era coaccionada por los sospechosos.

Los testigos explicaron que en un primer momento al parecer la joven no estaba pidiendo ayuda. También que vieron a un grupo de jóvenes con globos en la mano. Por eso, pensaron que todos estaba consumiendo el “gas de la risa”, una sustancia que fue muy popular en Europa desde hace unos años.

La joven reconoció haber consumido sustancias ilícitas

Ante los agentes de la Policía Nacional, la joven reconoció que consumió sustancias ilícitas y alcohol.

Según ha trascendido, el presunto abuso continuó en el interior de un coche de uno de los sospechosos. Ahora la institución armada intenta rastrear el vehículo, aunque todavía no han arrestado a ninguno de los jóvenes.

Cuando el grupo de hombres dejó abandonada la víctima, ella pidió prestado un móvil a una persona para ponerse en contacto con una amiga.

Aunque esta última seguía en la discoteca en Valencia y no sabía nada de lo que había pasado minutos antes. Al enterarse la amiga, decidió acudir con su madre y la presunta víctima a un hospital en Valencia. En el interior del centro de salud la joven de 18 años fue explorada por un forense y una ginecóloga según el protocolo establecido para este tipo de casos.