* Este artículo contenía un error y ha sido corregido a las 18:45 del 4 de octubre de 2023

En un vídeo publicado este miércoles en el programa ‘Mirada Crítica’, un periodista intenta mantener una conversación con Juan Inglés Rojo, el dueño de las discotecas Teatre y La Fonda Milagros, en las que se produjo el incendio en el que fallecieron 13 personas el pasado domingo en Murcia. Ante las preguntas del periodista, el empresario afirmó que no quería hablar.

En el año 2019, la sociedad del empresario pidió al Ayuntamiento dividir en dos el espacio que ocupaba Teatre con el fin de crear una nueva discoteca.

No obstante, el Consistorio no le concedió este permiso. El Ayuntamiento había cancelado la licencia de la empresa el año pasado. A partir de ese momento, los dos establecimientos habían operado sin licencia. Cabe destacar que en mayo de 2022, el Consistorio también rechazó conceder una nueva licencia a la sociedad.

Las penas para los responsables pueden alcanzar los nueve años de prisión

José Luis Díaz Manzanera, Fiscal Superior de Justicia de la Región de Murcia, afirma que las penas para los responsables del incendio pueden alcanzar los nueve años de prisión. El representante del Ministerio Público explicó que todo iba a depender de la gravedad y del número de afectados. El fiscal comentó que las diligencias se iban a prolongar porque el incidente había sido muy grave.

José Luis Díaz Manzanera explicó que debían realizar la inspección ocular y la elaboración de los informes policiales y periciales para esclarecer los hechos.

El empresario tuvo otras discotecas abiertas sin licencia

Según ha trascendido, La Fonda Milagros y Teatre no eran las únicas discotecas que el empresario tenía sin licencia.

Juan Inglés Rojo gestionaba una discoteca en San Pedro del Pinatar, establecimiento que se incendió en el año 2019. Sin embargo, el local siguió abierto a pesar de que no tenía licencia.

El Ayuntamiento habría constatado que entre los años 2020 y 2021 la discoteca Flamingoville seguía abierta a pesar de que no tenía la autorización correspondiente.

Por otro lado, Juan Inglés Rojo también estuvo en prisión provisional en 2013 acusado de apropiación indebida, estafa y escrituras falsas.

Un grupo de inversores denunció que presuntamente se quedaron sin el dinero que habían aportado en un negocio del empresario, quien presuntamente creó una empresa prestamista donde concedía préstamos de rápido vencimiento y con intereses altos. No obstante, la sociedad logró tener fondos gracias a los inversores, a quienes prometían una alta rentabilidad. Sin embargo, finalmente les negaban la propiedad embargada para que recayera en personas interpuestas.

*Corrección: contrariamente a lo que afirmaban inicialmente el título y el texto, al ser interrogado por un periodista, Juan Inglés Rojo no dijo que no estaba arrepentido tras la tragedia de Murcia.