Un hombre residente de Benidorm de 34 años golpeó a su progenitor de 62 años con un mazo en la zona occipital de la cabeza, en el domicilio donde ambos residían, tirándose posteriormente por la ventana de su hogar, desde un sexto piso. Se desconocen las causas que originaron el suceso y aún no se ha confirmado si hubo algún tipo de pelea entre ellos.

Tras la agresión se escondió en una habitación

Los hechos del suceso ocurrieron sobre las 13:32 horas del sábado. Tras la agresión al sexagenario, el joven se encerró unos instantes en una habitación del inmueble para posteriormente decidir precipitarse por el edificio abajo.

El Centro de Información y Coordinación de Urgencias, también denominado como CICU, confirmó que en el momento de la tragedia se desplazaron En Directo hacia allí una unidad de emergencias sanitarias SAMU y una SVB. Los profesionales sanitarios atendieron al padre del supuesto agresor, que fue trasladado de inmediato por los técnicos del Soporte Vital Básico hasta la Clínica de Benidorm.

El hombre se tiró de la ventana y sobrevivió

Por otra parte, el hombre de 34 años, fue hallado en el lugar de los hechos y atendido por el personal sanitario de la unidad de emergencias SAMU. A pesar de precipitarse a una considerable altura, el hombre no falleció, siendo intubado por los profesionales de emergencias, quienes lo trasladaron al Hospital de la Vila Joiosa.

El diagnóstico del presunto agresor ha sido una fractura abierto de tobillo y muñeca sin pérdida de conciencia, relatan desde el CICU.

A medida que aumenta la altura desde que una persona se cae es menos probable que esta sobreviva. Desde un cuarto piso hay un 50% de probabilidades de salir con vida, mientras que si una persona se precipita desde un séptimo piso es probable que solo tenga un 10% de oportunidades de seguir viviendo.

El factor de la velocidad terminal es una medida que se utiliza para calcular los niveles de supervivencia de una persona que se cae de unas dimensiones bastante altas. Esto determina la velocidad de la caída, la cual a cuanto mayor sea, mayor posibilidad habrá de perder la vida o de sufrir daños irreversibles. En la velocidad terminal no importa el piso que sea puesto que ella por si sola determina la gravedad del impacto y del golpe al caer contra el suelo.

La postura en la que una persona caiga también influirá en su factor de supervivencia. Algo que explicaría porque el joven no murió al instante. Si se impacta con la cabeza en el suelo, solo habría un 2% de posibilidades de sobrevivir. Si se da con el suelo en una postura de pie, hay riesgos de fracturas y de daños en la médula espinal, algo que podría causar una invalidez. Caer de espaldas o boca abajo, implica un 50% de probabilidades de mantenerse con vida, aunque con fracturas y heridas tanto internas como externas.