Un bebé perdió la vida en la tarde de este martes en una residencia ubicada en el número 30 de la calle Forcarei, en el barrio de Monte Alto, en A Coruña. Según los testimonios de los vecinos del área, se observó la presencia de varios vehículos policiales y una ambulancia. A pesar de los esfuerzos de los profesionales médicos que llegaron, lamentablemente no pudieron salvar al bebé.
Se confirmó que el bebé no sufrió daños previos
Según el informe policial, la madre del bebé se percató de que su hijo no estaba respirando. Desesperadamente, intentó realizar maniobras de reanimación mientras esperaba la llegada de la ambulancia.
Lamentablemente, cuando los sanitarios llegaron al lugar, el pequeño ya había fallecido.
El informe del bebé habla de muerte natural
Dado que todas las evidencias sugieren que se trata de una muerte natural, las autoridades policiales se limitaron a preparar un informe En Directo para notificar al juzgado de guardia. En dicho informe, se destacó que no se observaron indicios de violencia en el trágico suceso.
Cómo prevenir la muerte súbita del lactante
La muerte súbita del lactante es la trágica e inesperada pérdida de la vida de un bebé menor de 1 año, aparentemente durante su sueño, aunque puede ocurrir en cualquier momento durante el primer año, en la mayoría de los casos se presentan en los primeros 6 meses y constituye la principal causa de muerte en este grupo de edad.
En España, se registra en aproximadamente 1.2 de cada 1000 recién nacidos, lo que, aunque es significativo en términos de importancia (siendo la principal causa de muerte en bebés de esta edad), es poco frecuente (1 de cada 1000).
Aunque las causas precisas aún no se conocen por completo, se han identificado factores que reducen significativamente el riesgo de este trágico evento.
Estos incluyen hacer que el bebé duerma boca arriba, compartir la habitación con los padres para mejorar la observación del pequeño, evitar el sobrecalentamiento de la habitación, vacunar al bebé, proceder a la lactancia materna y poner a dormir al bebé en una superficie firme.
Si un bebé es capaz de girarse en ambas direcciones, se le puede permitir dormir en la posición que prefiera.
Sin embargo, si solo gira de boca arriba a boca abajo y no vuelve, se recomienda volver a colocarlo en posición boca arriba, a pesar de que esto pueda resultar en algunas noches difíciles. La mayoría de los bebés aprenden a voltear en ambas direcciones entre los seis y los ocho meses y medio.
En el caso de bebés con reflujo, aún se recomienda que duerman boca arriba, ya que esta posición protege eficazmente sus vías respiratorias, mientras que dormir de lado no reduce el reflujo y aumenta el riesgo de SMSL, con una excepción: si el pediatra indica lo contrario por alguna razón específica.