Un hombre ha sido detenido por un presunto delito de violencia de género en la pedanía de Valdesalor en Cáceres. Los agentes de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar de los hechos después de que una mujer apareciera caminando por las calles de la localidad con un ojo morado, junto a un menor de edad. Incluso la víctima llevaba una maleta. Sin embargo, cuando los miembros de la Benemérita llegaron a la zona, ya la vecina había entrada en la casa en la que convivía con su pareja, un menor de edad y otros miembros de su familia.

Los vecinos confirmaron que la mujer había sido agredida

La Guardia Civil de Cáceres logró confirmar que la mujer había sido agredida en varias ocasiones. Gracias a los testimonios de los vecinos, los agentes tenían la información suficiente sobre el aspecto físico del presunto agresor. Los vecinos de la localidad habían dado el aviso previamente tras encontrar a la mujer caminando por las calles de la localidad. Acto seguido, los agentes de la Guardia Civil acudieron a la vivienda en Cáceres, pero la mujer se negó a abrirles la puerta y solo aceptó hablar con los uniformados a través de una ventana. Incluso la víctima les dijo que no sabía hablar castellano.

La víctima negó cualquier agresión por parte de su pareja

Cabe destacar que la mujer desmintió cualquier agresión por parte de su pareja y añadió que este no se encontraba en la localidad. Ante las preguntas de los agentes de la Guardia Civil, la víctima sostuvo que su pareja estaba en Sevilla. En ese momento, los miembros de la Benemérita pudieron observar que la vecina había sufrido un golpe en el ojo derecho.

No obstante, los agentes de la Guardia Civil decidieron desplegar un operativo de seguridad con efectivos en las inmediaciones de la vivienda ante la sospecha de que el hombre podía estar en el interior del domicilio en la localidad cacereña.

Los agentes de la Guardia Civil accedieron a la vivienda

Posteriormente, los agentes de la Guardia Civil accedieron a la vivienda gracias a una autorización de una autoridad judicial.

En un primer momento, la mujer y el menor fueron asegurados y fue registrado todo el interior de la vivienda. En ese momento, las autoridades encontraron al sospechoso escondido en un armario mientras intentaba camuflarse entre mantas.

En ese contexto, el juez decretó prisión provisional para el hombre por un presunto delito de violencia machista. El presunto autor de los hechos tiene numerosos antecedentes policiales. Incluso el sospechoso ya había sido procesado previamente por delitos relacionados con la violencia de género y tenía una orden de alejamiento frente a una antigua pareja.