El pasado viernes, un niño de 4 años fue atendido tras sufrir un síndrome de inmersión en una piscina. Los hechos ocurrieron en una piscina situada en una urbanización de Molina de Segura (Murcia). Una llamada a los servicios de emergencia dio el aviso de que habían rescatado a un menor que se estaba ahogando en una piscina de la urbanización Altorreal. Los testigos solicitaron la asistencia de los facultativos para poder reanimar a la víctima.

El menor vomitaba a pesar de estar inconsciente

Fuentes de los servicios de emergencia informaron que la persona que realizó la llamada explicó que el niño de 4 años vomitaba a pesar de que se encontraba inconsciente.

Cuando el equipo sanitario llegó al lugar de los hechos en Molina de Segura, ya un médico que estaba en el lugar practicaba maniobras de reanimación cardiopulmonar al menor.

Posteriormente, los facultativos del 061 atendieron al niño de 4 años en el lugar de los hechos y lo trasladaron al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Cabe destacar que los agentes de la Policía Nacional y la Policía Local de Molina de Segura también acudieron a la piscina en la urbanización Altorreal en Murcia.

El menor de 4 años falleció el pasado domingo en el hospital

Finalmente, la Consejería de Salud de Murcia informó que el niño de 4 años falleció el pasado domingo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca.

Al parecer los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida al menor después de dos días ingresado en el centro de salud.

Según ha trascendido, la causa de la muerte del niño en Murcia ha sido un síndrome de inmersión. Los especialistas recomiendan para prevenir este trastorno seguir algunos consejos como evitar las comidas con abundantes alimentos en verano y no meterse de golpe en el agua después de haber estado tomando el sol.

Además sugieren no sumergirse de manera brusca en el agua si se encuentra bajo temperaturas muy bajas.

El síndrome de inmersión provoca un shock térmico

Cabe destacar que el síndrome de inmersión se produce tras un shock en la temperatura corporal tras la inmersión en el agua. Cuando las personas entran en contacto muy rápido con el agua fría se produce un choque brusco de temperatura, algo que pueda afectar a adultos, jóvenes y niños.

Cuando una persona sufre un síndrome de inmersión su cerebro recibe menos sangre. Incluso se produce un cambio de temperatura muy brusco que desemboca en una pérdida de consciencia. Ante síntomas como escalofríos, dolor de estómago, náuseas y mareos se recomienda que la persona salga del agua de forma inmediata. Acto seguido, debe vestirse para reestablecer la temperatura corporal. Incluso el afectado debe reposar hasta que alcance a recuperar su nivel de tensión arterial.