El padre de una niña de 12 años reconoció que la cedió a una pareja de compatriotas rumanos para que mantuviera una relación conyugal con su hijo por ser una tradición gitana. Los menores se casaron en Rumanía y en septiembre del año 2021 celebraron una ceremonia en Sevilla. El enlace fue vigilado por los agentes de la Policía Nacional y las imágenes de la celebración se viralizaron en las redes sociales.
La investigación comenzó cuando la niña llegó de Bucarest
Según ha trascendido, la investigación comenzó cuando la menor de 12 años llegó de Bucarest a la localidad de Mejorada del Campo en Madrid.
En ese momento, la menor convivía con el matrimonio y su hijo Raúl. El progenitor sostuvo que nunca hablaron de dinero y afirmó que era algo completamente normal entre gitanos españoles. Cabe destacar que la edad para contraer matrimonio en España se llevó a 16 años a partir de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, siempre que se solicite la emancipación voluntaria.
Los progenitores afrontan una pena de siete años
Ahora los progenitores de la niña de 12 años afrontan una pena de siete años en la cárcel por el presunto delito de trata de seres humanos con fines de servidumbre. No obstante, los acusados han alegado que desconocían que estuvieran cometiendo un delito.
En la sede judicial, los progenitores afirmaron que no habían vendido a su hija de 12 años y que los menores se conocieron mediante las redes sociales.
El progenitor sostuvo que nadie había retenido a la niña e incluso remarcó que la familia no la obligó a casarse. Por otro lado, los padres del otro menor declararon que nunca pensaron que se estaba cometiendo un delito. Tanto así que explicaron que no habrían incurrido en un acto ilegal de haber tenido conocimiento.
La niña dijo que conoció al otro menor a través de las redes sociales
Ante los agentes de la Policía, la menor de 12 años afirmó que conoció a Raúl a través de las redes sociales y posteriormente sus padres se conocieron. Incluso la niña dijo que había sido vendida, algo que ella aceptó porque quería al otro joven. El fiscal explicó que los padres decidieron entregar su matrimonio a un hijo de compatriotas rumanos “a cambio de una cantidad de dinero” que todavía no ha podido ser determinada.
Previamente la menor vivía en Alemania y fue sometida al control del matrimonio que pretendía llevarla a España a vivir con ellos separada de sus progenitores biológicos. Posteriormente el pasado 22 de junio de 2022 a la niña le fue realizada la prueba del pañuelo que acreditó su virginidad. Acto seguido, la pequeña habría sido obligada a mantener relaciones íntimas con el otro menor.
El fiscal reconoció que la menor aceptó la situación porque había sido educada bajo la creencia de que era normal el acuerdo entre los padres. En junio de 2021 celebraron en Rumanía el enlace de los dos menores. Unos días después el matrimonio se la llevó a la localidad madrileña de Mejorada del Campo.