Una joven de 18 años ha perdido la vida a causa de un derrame cerebral en Cádiz. Pese a presentar síntomas graves, el servicio de urgencias le diagnosticó otitis y dio el alta a la fallecida con un tratamiento que tenía que seguir en casa. Los padres ya han interpuesto una demanda al Servicio Andaluz de Salud por una deficiente atención por parte del personal sanitario.

La joven de 18 años llegó con síntomas muy graves y apenas se mantenía en pie

La joven de 18 años habría ido en primer lugar a un centro de salud del municipio gaditano de Chiclana.

Desde este fue derivada al Hospital Clínico de Puerto Real, donde en el servicio de urgencias le diagnosticaron una simple otitis, a pesar de presentar fuertes convulsiones y apenas poder mantenerse en pie.

Asimismo presentaba cuadros de sudoración profusa, prácticamente llegó al centro hospitalario sin conciencia y no podía controlar los esfínteres. A las pocas horas fallecía de un derrame cerebral en una unidad de cuidados intensivos en otro centro, el Hospital Puerta del Mar de Cádiz.

El servicio de urgencias le diagnosticó otitis y le dio el alta médica

A pesar de que el suceso tuvo lugar hace meses no ha trascendido hasta ahora. Los propios padres de la chica han procedido a iniciar los correspondientes pasos para interponer una demanda al Servicio Andaluz de Salud, así como a su aseguradora.

Para ello argumentan la deficiente atención médica que recibió la joven fallecida, cuando fue diagnosticada de otitis y dada de alta.

En palabras del abogado de la familia de chica, las sanitarias que atendieron a la joven "no tenían mucha experiencia aparentemente", mientras la paciente se encontraba en una silla de ruedas.

Posteriormente los médicos de urgencias le habrían prescrito un tratamiento contra la cefalea y el vértigo, así como unas gotas para el oído. Finalmente le dieron el alta para que iniciara el tratamiento en su domicilio.

Los padres de la fallecida han denunciado al Servicio Andaluz de Salud

Los padres, ante el evidentemente estado de salud de su hija, optaron por quedarse en la unidad de urgencias a la espera de un TAC craneal que nunca llegaría.

Tras la insistencia de uno de sus progenitores, el nuevo médico de guardia que dio el relevo a los anteriores de madrugada mandó realizarle el mencionado examen.

En el TAC se detectó una trombosis con un derrame cerebral en estado muy grave. Por ello es trasladada a la UCI del Hospital Puerta del Mar donde finalmente pierde la vida a las pocas horas tras no dar resultado una intervención quirúrgica urgente. Según la denuncia, los diagnósticos erróneos provocaron que las pruebas radiológicas se retrasaran y desembocaron en el trágico suceso.