El anciano de 77 años, acusado de la muerte de un intruso en su finca de La Atalaya, a las afueras de Ciudad Real, ha abandonado la prisión en la que se encontraba tras pagar la fianza. En estos momentos, se encuentra en libertad con cargos y el Ministerio Fiscal no se ha opuesto a su salida de la cárcel de Herrera de la Mancha donde se encontraba desde el pasado verano.

El librero jubilado ha pagado la fianza de 5.000 euros y sale de la cárcel de Herrera de la Mancha

Este viernes se conocía que el librero jubilado de 77 años que se encontraba interno en la cárcel de Herrera de la Mancha saldría de forma inminente de prisión.

El anciano ha procedido a pagar la fianza de 5.000 euros fijada por el juez que le permite recobrar la libertad. Ese mismo día se veía cómo salía del lugar donde se hallaba desde que fuera acusado de abrir fuego y acabar con la vida de un intruso que habría accedido a su finca de La Atalaya, allá por el mes de agosto del año pasado. Las cámaras de la televisión pública manchega captaban el momento en el que, junto a su abogado, se marchaba del centro penitenciario.

El acusado de matar al intruso de su finca recobra la libertad con cargos

El anciano ha sido puesto en libertad con cargos y se han tenido en cuenta dos aspectos.

En primer lugar, la suspensión de condena a personas que superan los 70 años de edad y cuentan con problemas de saludo. Asimismo también ha jugado un papel fundamental el nulo riesgo que existiría de que destruyera pruebas y del arraigo que tiene en Ciudad Real. Es así que el Ministerio Fiscal no se ha opuesto a la medida, aunque el hombre de 77 años deberá presentarse en los juzgados cada semana y se le prohíbe abandonar el territorio nacional.

Por otro lado, la acusación particular ha asegurado que recurrirán la decisión, ya que entienden que existirían "indicios de criminalidad" y se remiten "a la gravedad de los hechos".

El propietario abrió fuego contra un hombre que accedió a su finca de madrugada

Los hechos por los que el anciano de 77 años se encontraba en la cárcel de Herrera de La Mancha tuvieron lugar la madrugada del 1 de agosto.

En torno a las dos y media de la mañana, la Policía Nacional recibió la llamada del librero jubilado en la que reconocía que había disparado a un intruso que había entrado a su finca de La Atalaya. El hombre que había entrado sin permiso en el recinto perdió la vida. Tres días después ingresó en prisión tras explicar que había abierto fuego a un "bulto" en dos ocasiones con su escopeta. En la vista de apelación, el acusado afirmó que "no le importaba seguir preso", pero pedía que "regaran los árboles" de su propiedad. Ahora ha recobrado la libertad tras hacer efectivo el pago de los 5.000 euros de fianza.