La Policía Nacional ha detenido a ocho hombres de entre 24 y 30 años acusados de abuso y, por primera vez, se logra una imputación por sumisión química. La Policía ha informado estas detenciones como la primera gran operación contra la sumisión química.
El escenario de los abusos es la discoteca Tiffany’s The Club
El hecho ocurrió en la discoteca Tiffany’s The Club en el distrito del distrito de Chamartín de Madrid y las víctimas son dos chicas de 19 y 20 años el pasado 20 de diciembre y la investigación e imputación de los ocho hombres se encuentra fundada en torno a tres ejes: las declaraciones de un testigo, los análisis toxicológicos y las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca.
Esa noche las dos jóvenes fueron invitadas por un grupo de hombres que habían contratado un reservado en el local de ocio nocturno, donde fueron convidadas con unas copas. Después de beber comenzaron a experimentar un grave malestar y se desmayaron. Las cámaras de seguridad muestran ese momento donde, en ese estado de indefensión y sumisión, fueron sometidas a tocamientos en sus cuerpos.
El personal de seguridad llamó a los servicios de Emergencias
Tras el desvanecimiento, donde incluso se las puede ver muy desorientadas en la puerta de la discoteca, el personal de seguridad tuvo que contenerlas y llamar a los servicios de emergencia. Este fue el momento que los hombres aprovecharon para huir.
Pasados los efectos, las jóvenes manifestaron no recordar absolutamente nada y aseguraron no haber consumido ningún tipo de sustancia.
En las 24 horas que permanecieron ingresadas, se les hicieron exámenes toxicológicos que confirmaron la presencia de varias sustancias químicas: éxtasis, anfetaminas y metanfetaminas.
La policía asegura que tiene confirmado el caso de sumisión química
“Podemos decir que tenemos confirmado 100% que es un caso de sumisión química” afirman fuentes policiales, y a través de las cámaras y testigos llegaron a identificar y detener entre los días 3 y 4 de febrero a ocho hombres, siete españoles y un marroquí bajo la acusación de presuntos autores de los delitos contra la libertad sexual, contra la salud pública y lesiones.
Dos de los ocho ya tienen antecedentes policiales por robo y falsedad documental.
Para la policía y los investigadores el operativo supone todo un gran éxito, ya que no es habitual contar con todas las pruebas que puedan sostener la acusación por varias razones: muchas veces no se puede determinar quién pone la sustancia en la copa, o cuando la Mujer toma noción de la realidad y se hacen las pruebas de tóxicos, estos ya han sido metabolizados por el cuerpo y no quedan trazas. También ha sido fundamental contar con el relato de un testigo.