El pesquero congelador Villa de Pitantxo del grupo Nores de la localidad pontevedresa de Marín y propiedad del armador Manuel Nores, naufragó en la madrugada del martes en aguas de Terranova, en Canadá. De sus 24 tripulantes, solamente 3 han sido hallados con vida. Los fallecidos, de momento, ascienden a 10 y son 11 los desaparecidos.

Tragedia al hundirse un pesquero congelador gallego

Las noticias no son esperanzadoras tras el hundimiento del pesquero. El teniente comandante Brian Owens del Centro de Coordinación de Rescate que tiene su base en Halifax, declaraba que se han encontrado un montón de escombros en el lugar donde se hundió el Villa de Pitantxo.

Había cuatro lanchas salvavidas en el mar que registraba olas de cinco metros, dos de ellas vacías.

De momento solamente tres tripulantes han sido hallados con vida. Se trata del patrón del pesquero, Juan Costa, natural de Aldán en Cangas, su sobrino Eduardo y otro marinero cuyo nombre no ha trascendido. Juan Costa es un marinero experimentado que conoce bien las aguas canadienses y su dureza y que el pasado noviembre ya había declarado su intención de no volver a hacerse a la mar.

El patrón pudo contactar con su familia para decirles que tanto él como su sobrino habían sido rescatados, pero en O Morrazo crece la desesperación al no saber las identidades de los diez fallecidos. A bordo iban 24 tripulantes: 18 con nacionalidad española, uno de ellos el biólogo marino canario Francisco Manuel Navarro que era observador de control del buque y el resto de la tripulación eran de Perú y Ghana.

Encontrar con vida a los desaparecidos ‘sería un milagro’

El Villa Pitantxo emitió dos señales de alarma sobre la 5:24 de la madrugada y a pesar de los esfuerzos para ponerse en Contacto con ellos desde Salvamento Marítimo, nadie contestó y a las 6:00 se perdió todo contacto. Un buque español y otro portugués que se encontraban cerca del lugar, hallaron una de las balsas con cuatro fallecidos y los tres supervivientes en grave estado de hipotermia.

Más tarde fueron encontrados los cuerpos de tres marineros más.

La dureza de la climatología con 17º bajo cero, aguas helada y fuertes vientos con olas de cinco metros y una visibilidad de solo 500 metros, no presagian un buen final para el resto de tripulantes del pesquero congelador gallego que ha naufragado cuando estaban a punto de emprender el camino de regreso, ya que habían dado por finalizada su tarea.

Fuentes diplomáticas españolas confirman que las labores de búsqueda son muy complicadas y que encontrar con vida a los marineros desaparecidos ‘sería un milagro’. Luis Planas, ministro de Agricultura y Pesca, ha declarado que el buque era muy moderno y con una tripulación muy profesional, por lo que no entiende cual puede ser el origen del accidente que ha originado esta gran tragedia.

La desesperación crece entre los familiares de los tripulantes que por el momento ignoran que ha sido de sus seres queridos, ya que según cuentan, las noticias son confusas y llegan con cuentagotas. Una tragedia inimaginable que azota Galicia y pone de relieve las duras condiciones a las que se enfrentan los hombres que se ganan la vida en el mar.