600 kilómetros ha recorrido una ambulancia para cumplir su último deseo. Pedro, un paciente en cuidados paliativos, quería acudir a la boda de su hija, aunque se encontrara postrado en una cama en Madrid. Antes de fallecer quería estar presente en un momento importante para esta y por ello, la ONG Ambulancia del Deseo se encargó de llevar a cabo el curioso traslado para que el enfermo pudiera asistir al evento. Sin duda, una historia de película que sirvió al padre de la chica como despedida.
Pedro quería asistir a la boda de su hija en Valladolid, pero estaba en cuidados paliativos
Pedro tenía un último deseo antes de irse de este mundo. Una última voluntad que no era otra que acudir al enlace de su hija. Pero para ello existían dos problemas: uno que la boda se celebraba en Valladolid y él se encontraba en Madrid ingresado sin poder moverse; y dos que se necesitaba una ambulancia para llevar al paciente en cuidados paliativos. Sin embargo, a pesar de la auténtica Odisea que tenía que pasar Pedro para llegar a su destino, finalmente su último deseo se cumplió. Aunque como es lógico no fue tarea fácil.
Rápidamente, la ONG murciana Ambulancia del Deseo no dudó en marcha el titánico traslado
En primer lugar, la ONG murciana Ambulancia del Deseo recibió la especial petición durante el pasado mes de julio y no lo dudaron en ningún momento. Rápidamente pusieron todos sus medios para ayudar a Pedro tras recibir la solicitud de su pareja.
Según ha comentado el cofundador de la organización sin ánimo de lucro, decidieron planear todo durante tres meses antes de la boda de Ruth, hija del paciente en cuidados paliativos. Por ello, tras diversas gestiones, finalmente la ambulancia se puso en marcha desde Murcia. Eso sí, primero tenían que ir a Madrid a recogerle y después poner rumbo a Valladolid, donde se iba a celebrar la ceremonia el 4 de septiembre.
Gracias a la ambulancia, que recorrió 600 kilómetros, la última voluntad de Pedro se cumplió
Tras salir de Murcia, la Ambulancia del Deseo llegó a Madrid para recoger a Pedro en lo que parecía una carrera a contrarreloj. Después consiguieron llegar a Valladolid, donde Ruth se llevó la sorpresa de su vida: su padre, tumbado en la camilla y con camiseta, pudo presenciar En Directo el enlace de su hija. Desde primera fila vio cómo esta se casaba, mientras los que se encontraban alrededor de la escena lloraban sin consuelo. En la boda también se encontraban dos personas: Mercedes y Miguel Ángel, la enfermera y el técnico de la ambulancia que habían conseguido que el paciente en cuidados paliativos cumpliera su última voluntad antes de abandonar este mundo. Un último deseo donde la distancia finalmente no fue un problema.