El exsacerdote italiano Francesco Spagnesi de 40 años de edad, está desde hace unos días en arresto domiciliario por tráfico e importación de narcóticos y malversación de las limosnas de los fieles por la suma de 200.000 euros, entre otros cargos.
Se agrava la situación judicial del exsacerdote Spagnesi
El expárroco de la iglesia de la Anunciación de Castellina en Prato, Italia, Francesco Spagnesi, ha mantenido una doble vida durante años. El hombre de 40 años utilizaba el dinero de los feligreses y de la Curia para comprar mediante canales clandestinos estupefacientes, que después los vendía y utilizaba en fiestas.
A raíz de esto, la Fiscalía italiana de Prato, una ciudad de la Toscana, ha comunicado que además de los cargos de los que se lo acusa, se lo está investigando por haber provocado "lesiones graves" a las personas con quien mantenía relaciones. Según ha informado la fiscalía, el excura no habría comunicado a las personas que asistían a las fiestas que armaba junto a Alessio Regina, su pareja, quien también esta detenido que era seropositivo.
El exsacerdote Spagnesi y sus fiestas clandestinas
El exprebístero en compañía de su cómplice Alessio Regina armaban fiestas a base de sustancias ilegales, que importaban desde Holanda, donde asistían alrededor de 20 y 30 personas. Según ha informado el magistrado, dos de las personas que han mantenido esos encuentros con Spagnesi son seropositivos.
El propio exsacerdote en la indagatoria sostuvo que "usaba protección", algo que fue desmentido por varios testigos que se presentaron en la fiscalía.
El despilfarro de dinero por parte del exsacerdote
Los fondos que utilizaba para realizar sus fiestas y comprar los narcóticos en el país holandés provenían de una feligresa, que ha fallecido hace unos años y había puesto en su testamento a la iglesia de la Anunciación de Castellina como beneficiaria.
Según han confirmado medios italianos dicha donación por parte de la señora fallecida ha generado ingresos de alrededor de 230.000 euros.
Mientras Spagnisi dilapidaba el dinero y hacía pagos de 75 mil euros con la tarjeta de crédito, desde la curia diocesana se encendió la alarma ante esta situación, donde el obispo de Prato Giovanni Nerbini, le avisó a Francesco Spagnesi que no podría utilizar más el dinero de la parroquia, algo que no lo detuvo, ya que siguió pidiéndole dinero por fuera a otros feligreses para continuar con su ostentoso estilo de vida.
Ante la situación de consternación por parte de los fieles, que sienten que fueron engañados por parte del ahora expárroco Spagnesi, el obispo Nerbini se hizo presente en la iglesia para llevar adelante la misa, donde les habló a cada uno de los feligreses presentes y les dijo "os pido perdón porque no habéis sido suficientemente protegidos". Finalmente cerró diciéndoles que es "consciente de que vuestro sufrimiento es muy grande y el daño moral que habéis sufrido es incluso superior al daño material, es inconmensurable".