La Guardia Urbana de Tarragona no se imaginaba lo que iba a encontrar en un vehículo al que habían dado el alto. Los agentes habían parado a un coche con tres hombres en su interior porque habían cometido una infracción de tráfico, concretamente se habían saltado una señal y estaban circulando en dirección contraria. Sin embargo, cuando revisaron el maletero del vehículo se encontraron la mano de un fallecido, que tendría relación con el cadáver que había aparecido tirado y mutilado a orillas del río Ebro.
Los ocupantes del vehículo fueron detenidos tras hallarse la mano: actualmente están en prisión
Tras ser identificados los tres individuos por parte de la Guardia Urbana de Tarragona, se constató que tenían varios antecedentes policiales y tras encontrar la mano humana en el maletero detuvieron a todos los ocupantes del vehículo. Tras pasar a disposición judicial, el juez de guardia ha determinado para los tres hombres prisión provisional bajo la acusación de un presunto delito de homicidio. Los tres encarcelados permanecen desde este domingo en prisión incomunicada y sin fianza, como ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
El caso se encuentra bajo secreto de sumario: no se descarta ninguna hipótesis ni nuevos detenidos
Como han afirmado algunos testigos del momento de la detención, cuando los agentes procedieron a la apertura del maletero, cuando cogieron una bolsa que transportaban los detenidos, la mano cayó al suelo. Por el momento, todas las hipótesis continúan abiertas respecto al caso y no se descarta que más personas sean arrestadas por presuntamente estar relacionadas con el caso.
Los acusados de homicidio que han sido trasladados a prisión son de origen español, mientras que la víctima es de origen magrebí.
Los encarcelados presuntamente cometieron el crimen y habrían tirado el cadáver al río Ebro
Según se ha informado (el caso se encuentra bajo secreto de sumario), la mano hallada en el maletero del coche donde iban los tres detenidos corresponde al cadáver hallado a orillas del río Ebro a la altura de Sant Jaume d'Enveja, con signos de haber sido asesinado y mutilado.
Como apuntan medios locales, los encarcelados presuntamente habrían acabado con la vida en el domicilio de uno de los implicados, ya que se habrían encontrado en una de las habitaciones restos de sangre en el suelo tras llevarse a cabo un registro en una vivienda del Camí de Viladegats. Sin embargo, habrían trasladado el cuerpo de la víctima hasta el sur de Cataluña para deshacerse del cadáver. Aun así, cuando regresaban tras haber abandonado los restos en el río, se olvidaron la mano en el maletero.