Una joven de 17 años ha sido detenida después de haber tenido una actitud violencia hacia su madre y haber sido capaz, presuntamente, de apagarle un cigarro en el brazo después de que ésta se negase a darle dinero. La madre, que confiesa que no sería la primera vez que pasa esto, se atrevió a dar parte a la policía después de que los vecinos llamasen alertados a las autoridades después de escuchar la última discusión que, esta vez, acabó con la menor puesta a disposición judicial.

La adolescente en todo momento habría tenido un comportamiento desafiante y agresivo hacia su madre en presencia de los agentes y, de camino a los juzgados, habría confesado ingerir pastillas, por lo que fue llevaba a un hospital donde, de nuevo, habría tenido una actitud que la mantiene bajo arresto.

Los vecinos llamaron a la policía tras escuchar la discusión entre madre e hija

Ha ocurrido en el barrio de Campanillas, en Málaga. Madre e hija vivían juntas en el domicilio familiar y los vecinos ya habrían estado precavidos de que, desde hace tiempo, la menor habría estado teniendo un comportamiento agresivo hacia su madre.

Es por eso que, cuando comenzaron a escuchar de nuevo gritos y amenazas, decidieron llamar a la policía, que llegó enseguida para detener y determinar lo que estaba pasando. Cuando llegaron, la joven no habría intentado disimular su actitud ante los agentes que habrían visto el evidente escenario de una pelea con cristales en el suelo y lesiones en el cuerpo de la mujer de 51 años.

La madre presentaba quemaduras en el brazo

Cuando los agentes llegaron y la Mujer finalmente quiso confesarlo todo, pudieron comprobar que tenía marcas de quemadura de cigarro en el brazo que, presuntamente, le habría provocado su propia hija después de que se negase a darle dinero para salir. La madre ha declarado que su hija ni estudia ni trabaja y que le suele pedir a menudo dinero para salir.

En todo el tiempo que estuvieron los agentes, la menor habría continuado teniendo una actitud desafiante e, incluso, los policías habrían tenido que interceder para separarla de su madre delante de ellos. La mujer también ha querido reconocer que su hija le habría propinado tortazos y arañazos durante sus discusiones, razón por la que los agentes se han llevado a la menor.

La joven tuvo una respuesta violenta ante los agentes

Durante el camino hacia los juzgados, la joven habría asegurado a los agentes haber ingerido pastillas, por lo que habría sido trasladada al hospital, donde habría continuado con una mala actitud agrediendo a los profesionales y tendiendo que ser de nuevo reducida y llevaba a una comisaría local hasta ser puesta a disposición judicial.