Los tres encarcelados por el crimen de Samuel Luiz se encuentran en la prisión de Teixeiro. Después de entrar en la cárcel, han pasado un período de cuarentena dentro del mismo centro penitenciario. Debido a esta medida preventiva, los tres detenidos han permanecido aislados y en celdas individuales, donde no han podido salir al patio. Sin embargo, este martes ha terminado el protocolo sanitario para ellos y ahora es cuando tendrán que empezar a convivir con el resto de reclusos.
Los tres encarcelados por el crimen de Samuel están en vigilancia permanente y controlados
En primer lugar, los tres encarcelados han pasado una revisión médica y después han tenido una entrevista con varios profesionales como un trabajador social, un educador y un psicólogo. Tras este contacto, el equipo técnico debe hacer una valoración para concluir a qué módulo son enviados cada uno de los acusados de participar en la agresión que quitó la vida a Samuel Luiz.
Estas primeras jornadas en la cárcel de Teixeiro han estado marcadas por una vigilancia permanente, donde han tenido un control especial en todo momento. De hecho, han sido incluidos en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento, por lo que los registros en las que serán sus celdas, los cacheos y los informes que evalúan su conducta son constantes.
Uno de los detenidos se habría mostrado altivo y desafiante con los funcionarios de prisión
Según informan varios medios que han tenido acceso a fuentes del entorno de la prisión gallega, dos de los detenidos no han tenido ningún problema con los funcionarios. No así uno de ellos, que se habría mostrado altivo, desafiante y sin aparentes signos de arrepentimiento, según afirman estas fuentes del centro penitenciario que se han puesto en contacto con diferentes medios.
Se trata del más pequeño, de origen brasileño y que ha estado compartiendo celda con otro joven que ingresó en la celda el mismo día que los tres detenidos hace ya 10 días.
Al principal acusado se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios
Sin embargo, de los dos restantes afirman que, al principio, se encontraban bastante asustados, pero se han ido tranquilizando con el paso de las jornadas, hasta el punto de que hablan de forma frecuente por vía telefónica con sus familiares.
El más afectado, según informan, ha sido el principal acusado por el asesinato de Samuel Luiz y quien presuntamente comenzó la paliza al joven. Incluso le han aplicado el protocolo de prevención de suicidios. Ahora habrá que ver cómo es su adaptación con el resto de población reclusa tras abandonar el departamento de ingreso en el que hasta ahora se encontraban.