Italia lleva varios días conmocionada por el caso de Lorena Quaranta, una joven médica de 27 años de edad que ha sido asesinada por su pareja, enfermero, por haberle pegado el Coronavirus. Un caso de violencia machista con el coronavirus de fondo. La joven fue asesinada por su pareja, Antonio De Pace, que era enfermero en el mismo centro hospitalario donde la joven trabajaba en el sector donde se concentraban todos los enfermos de coronavirus. La joven fue brutalmente asesinada el pasado 30 de marzo en la vivienda de la pareja en la localidad de Furco Siculo, en Messina.

Los propios compañeros de la joven asesinada salvaron la vida de su asesino que intentó suicidarse

El enfermero de 28 años habría estrangulado a su novia y, después, llamó a la Policía para confesar lo que había sucedido. Cuando los agentes se personaron en el lugar, el sujeto estaba autolesionando en un intento de suicidio, así que lo trasladaron de manera urgente al centro médico donde, casualmente, trabajaba con su pareja a la que había asesinado minutos antes.

En la zona de urgencias del mencionado hospital, sus propios compañeros de profesión, y que compartían jornadas de trabajo con la víctima, fueron capaces de salvarle la vida. Quaranta era una profesional volcada en la lucha contra el coronavirus que está afectando gravemente a la localidad.

A pesar de las sospechas del joven, ambos eran negativos por coronavirus

Según ha publicado la prensa italiana, el joven fue interrogado por la policía y ha confesado que mató a su novia porque creía que la joven médico le había contagiado del coronavirus. Le había pasado el COVID-19 y por eso la mató, sin más. El país está completamente consternado, ya que la joven había sido capaz de salvar la vida de muchos enfermos.

Por otro lado, el fiscal de la localidad, Maurizio de Lucía, ya ha confirmado que ambos se habían realizado el test y en los casos el resultado fue negativo.

Hace solo unos días la joven escribía en su Facebook que lo mejor para luchar contra el coronavirus era quedarse en casa para evitar la infección por esta enfermedad que ataca al sistema respiratorio.

Y en este momento, más que nunca, hay que demostrar responsabilidad y mucho amor por la vida. Respeto por nosotros mismos, por nuestras familias y por el país: "Hay que recordar a todas esas personas que están al pie del cañón curando a los enfermos. Hay que evitar aumentar el número de enfermos y ser nosotros el siguiente". Varios medios de comunicación italianos han señalado que este no es solo un caso más de violencia machista; también, una demostración de la psicosis y el miedo hacia la enfermedad que se ha llevado por delante la vida de miles de ciudadano.