La última víctima mortal conocida en el país de Argentina, por el Coronavirus, es un diplomático chileno, que se encontraba como cónsul de Chile, en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fé, Argentina. El cónsul fallecido es Fernando Labra Hidalgo, quien se encontraba internado, desde el 28 de marzo, en el sanatorio de la ciudad de Rosario.

Autoridades sanitarias de Argentina, explicaron que Hidalgo se encontraba en muy grave estado de salud y permanecía recluido en cuidados intensivos con un respirador, por haber sido contagiado con el nuevo virus, Covid-19.

Y tras estar internado por cuatro día, murió esta tarde, hora local de Argentina.

La cancillería chilena emitió un comunicado sobre todos los trabajos que, había completado Labra Hidalgo, en la Argentina:

"Fue uno de los más importantes diplomáticos chilenos, prestando servicios a nuestro país, siendo uno de sus últimos destinos la ciudad de Buenos Aires y después, Rosario, de dónde se destacó en los desarrollos de trabajos en el servicio público, con gran abnegación y profesionalismo. cumpliendo con su deber de como cónsul, prestando ayuda a los connacionales y especialmente, a los más vulnerables del país hermano, Argentina"

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera Neumann lamentó la pérdida

"Por lo que entendenemos, el diplomático Hidalgo, se encontraba internado, en el sanatorio de la ciudad de Rosario, provincia santafecina de Argentina, desde el día sábado 28 de marzo, con un estado muy crítico, tras ser víctima del virus Covid-19, y también se encontraba en terapia intensiva, con un respirador artificial", fueron las palabras del ministro, tras hablar con el diario argentino Clarín.

También indicó: "Nuestros pensamientos, como chilenos, ahora están con la familia del cónsul, quienes están viviendo este momento tan difícil".

Labra Hidalgo desarrolló un importante trabajo humanitario hacia la población chilena residente en Argentina

El cónsul; Fernando Labra Hidalgo, tenía 65 años de edad, era una persona muy responsable y amante de su trabajo.

Poseía estudios de sociología, cual era su segunda pasión en este mundo, después de su familia, la cual llora su partida en estas horas. Fue un hombre muy respetado por la Cancillería chilena, tras conocer el gran esfuerzo que está persona, colocaba día a día, dentro de su labor como cónsul en la ciudad de Rosario, Argentina.

Los chilenos lamentan su partida, ya que fue uno de los hombres, más conocidos por tener una gran capacidad humanista, hacia los más necesitados ciudadanos chilenos, que se encontraban radicados en esta región argentina.