Muchos amigos del joven de nacionalidad española, que vacaciones en Tailandia, se han despedido de él y aseguran que les cuesta pensar que es real. Según los medios de comunicación del país, el español estaba en la zona pasando las vacaciones con algunos miembros de la agencia de comunicación y marketing en la que estaba trabajando desde hace unos años.

Incluso, Jordi, el fundador de la mencionada agencia, no ha dudado en escribir un emotivo comentario de despedida ante una muerte que ha sido absurda e inesperada.

El viaje era de aventura para desconectar del estrés diario que aguantaban en la oficina, pero ha salido mal

El joven llevaba cuatro años trabajando en la agencia y dando lo mejor de sí, por lo que su muerte ha sido un golpe muy duro para sus propios compañeros, que tienen que asimilar que volverán a casa siendo uno menos, y que lo que iba a ser un viaje de aventura y de ocio, ha terminado mal.

Las vacaciones en el país asiático se convirtió en una verdadera pesadilla para la víctima, David Alejandro y sus compañeros de trabajo. Todo sucedió el pasado sábado, 27 de julio, cuando el joven de tan solo 26 años de edad perdía la vida mientras estaba disfrutando de una excursión por la zona de montaña de la preciosa isla de Ko Sumai, una verdadera parada turística en Tailandia.

El joven, que era natural de la ciudad de Barcelona, se separó durante unos minutos de su grupo de amigos, según la versión de las autoridades policiales del país, cuando estaban llevando a cabo una travesía por la conocida cascada “Na Muang”. Para ser más concretos, el grupo estaba en la zona de la cascada conocida como Na Meung 2, que está formada por dos tramos que deben atravesar los turistas: uno más fácil de realizar y, el segundo, bastante más complicado.

En este tramo es donde tuvo lugar el accidente mortal, y no es la primera vez que muere un turista en esta zona.

La mayoría del grupo eran influencers que mostraban, paso a paso, a través de sus redes sociales el viaje en Tailandia

Según han explicado, el joven español estaba de vacaciones junto a un grupo de seis amigos con los que trabajaba en la agencia de comunicación Present and Future.

Todos, menos el propio Alejandro y el mencionado Jordi (fundador de la compañía de marketing y amigo personal de la víctima), eran influencers que había ido a hacer fotografías para sus redes sociales y para mostrar, paso a paso, cada una de las experiencias que disfrutaban en lo que debía ser unas paradisíacas vacaciones de verano en el país, pero al final fue mucho peor de lo esperado.

Incluso, en las redes sociales del grupo se puede ver al propio Alejandro junto a Jordi, abrazados y sonriendo, felices por la experiencia que estaban viviendo en un lugar paradisíaco. El grupo ya ha dicho que esperarán a llegar a España para darle el adiós que él se merece, en su país, que tanto amaba.