Gran indignación en las calles de Rumanía por el asesinato de una adolescente que había llegado a llamar, hasta en tres ocasiones, al 112 para pedir ayuda, tras haber sido secuestrada.

El caso de Gheorghe Dinca ha provocado mucha polémica, ya que ha sido el responsable de que una joven fuera raptada, violada y asesinada. Un hombre de 65 años de edad, de profesión mecánico, ya ha confesado que también acabó con la vida de una joven de tan solo 19 años de edad el pasado mes de abril.

La última víctima solo tenía 15 años de edad y llegó a llamar en tres ocasiones a la Policía para pedir ayuda

Alexandra Macesanu, una adolescente de 15 años de edad, murió asesinada el pasado jueves, pero el caso ha provocado un movimiento de indignación por el hecho de que, la joven logró llamar en tres ocasiones al teléfono de emergencias, alertando a la policía de que había sido secuestrada y tenía miedo de que acabaran con su vida, como así fue. Incluso, la joven llegó a dar detalles del lugar donde había sido detenida.

Pero por motivos que se están investigando y que nadie entiende, los agentes tardaron unas 19 horas en poder entrar en la vivienda del secuestrador, por lo que no pudieron hacer nada para salvar la vida de la adolescente.

Pero, al llegar a la zona, los agentes de policía se encontraron restos de un par de mujeres y el supuesto asesino, que se llama Gheorghe Dinca, un ciudadano de 65 años de edad que se ganaba la vida como mecánico, y que no solo ha confesado haber cometido el asesinato de Alexandra, también, de una joven de 19 años de edad, llamada Luiza Melencu, que desapareció el pasado mes de abril.

Los medios de comunicación del país han asegurado que el acusado ya habría reconocido, ante la policía, los dos asesinatos tras encontrar estos últimos varios restos humanos que habían sido calcinados dentro de un bidón en la finca del acusado.

En la casa del asesino se encontraron los restos de otra joven

Por el momento, habrá que esperar a que se realice la autopsia para poder identificar los restos, pero la propia confesión llevada a cabo por Dinca ha sido un antes y un después en la investigación.

Según ha confesado el hombre, las dos chicas fueron secuestradas mientras hacían autostop.

La primera de sus víctimas fue Luiza, el pasado mes de abril, cuyo caso pasó desapercibido a pesar de la denuncia interpuesta por sus padres al no saber nada de ella. La policía no investigó el caso como deberían, como ellos mismos han admitido, al pensar que podría ser una fuga voluntaria.

Alexandra fue secuestrada el pasado jueves y tuvo la valentía de llamar a la policía hasta en tres ocasiones, llegando a describir la casa donde estaba y los alrededores. Sin embargo, desde su última llamada hasta que entraron los agentes en la vivienda, pasaron 19 horas por una gran cantidad de errores: se confundieron de casa en tres ocasiones, luego decían no poder entrar al necesitar una orden judicial (cuando el código del país establece que en caso de emergencia no es necesario).

Un cúmulo de errores que vuelve a demostrar que la Policía de Rumanía tiene dos serios problemas: la corrupción y las negligencias que, en este caso, le han costado la vida a una adolescente de tan solo quince años.