El dueño de la finca de Totalán (Málaga) donde se ubicaba el pozo en el que murió a principios de año Julen Roselló, culpa a los padres del trágico fallecimiento del pequeño. Les acusa de "no estar pendientes de su hijo" el día en que el menor cayó por el agujero.

David Serrano recuerda que su hija también se encontraba aquel domingo en el campo y asegura que no le ocurrió nada porque "estaba al cuidado de su madre".

El propietario del terreno se ha expresado de este modo en el trascurso de una entrevista que este jueves concedía a El Programa del Verano, que emite Telecinco.

Serrano ha querido hablar después de conocer la decisión tomada el miércoles por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, Elena Sancho, que pretende sentarlo en el banquillo por un delito de homicidio por imprudencia grave.

"Están poseídos. Van gritando que soy el asesino de su hijo"

La jueza considera que el único imputado en la causa "conocía" que el pozo por donde se precipitó Julen estaba "al descubierto" y "sin protección". Esto provocó que el niño, de tan solo dos años de edad, cayera por el agujero, lo que provocó su muerte el pasado 13 de enero.

"Culpables son sus padres", afirmó David durante su aparición televisiva, achacando a José Roselló y Victoria García que "no estuvieran más atentos a su hijo". Serrano ve injusto que se le juzgue por homicidio imprudente y piensa que la juez "va a por él". No obstante, dice no tener miedo de ir a prisión: "Que me vayan pintando el chabolo", ironizó.

El acusado, que es primo de José Roselló, padre de Julen, explotó durante la mencionada entrevista contra los progenitores del pequelño fallecido, llegando a afirmar que ambos "están poseídos". Según cuenta, van "chillando" por el barrio malagueño de El Palo, donde residen, que él es "el asesino de su hijo".

Serrano avisó a José y Victoria de que había un agujero en el terreno

También se queja de ser el único investigado en el caso "cuando en la finca había más personas", entre ellas los padres de la víctima, a los que avisó de que había un agujero en el terreno y a los que insiste en acusar de no cuidar de su hijo a pesar de su advertencia.

Además, David Serrano sacó de nuevo a la luz el informe que apuntaba al golpe de una piqueta durante las labores de rescate como causa de la muerte de Julen, que fue encargado por sus propios abogados. "En la autopsia definitiva la piqueta sale mentada", recordó, aunque el documento dice que la herramienta causó heridas al niño "una vez fallecido".

El pozo, excavado ilegalmente, tenía 71 metros de profundidad​ y un diámetro de 25 centímetros.

Para realizar el rescate fue preciso perforar un conducto paralelo de mayor diámetro en una operación en la que intervinieron más de 300 personas y numerosa maquinaria pesada. El 26 de enero a la 1:25 de la madrugada se encontró el cuerpo sin vida de Julen entre dos capas de tierra.