El pasado 16 de mayo, Manolo Vanegas, recibió una fuerte inesperada estocada de un toro dejándolo totalmente inconsciente y siendo operado de urgencia. Ahora se encuentra en rehabilitación en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

Ahí realiza todo tipo de actividades y se mantiene ocupado con la finalidad de recuperarse lo más rápido posible para así retornar a la actividad taurina. El chico de 25 años está por el momento en silla de ruedas pero su tenacidad deja ver que esto no será por mucho tiempo.

Diagnóstico desesperanzador para Vanegas

El joven Manolo Vanegas fue diagnosticado con tetraplejia incompleta, enfermedad causada por un daño en la médula espinal evitando que la misma pueda enviar los impulsos nerviosos al cerebro que dan la orden del movimiento a los músculos de nuestro cuerpo. Si la médula espinal está muy dañada, es poco probable que el paciente vuelva a su vida normal. Pero ese no es el caso de este torero ya que su diagnóstico dice incompleta, lo cual la hace una lesión leve.

Si este cumple a cabalidad su rehabilitación podrá volver a sus actividades habituales. Hasta el momento, Vanegas lo ha hecho pero de manera poco común. Su médico le ha dado instrucciones acerca de su rehabilitación.

Por lo general, hay un horario para ejercitar las partes afectadas aunque el chico no descansa y siempre se encuentra ejercitando sus músculos. Solo cumple con la hora de la siesta, pues es obligatoria para todos.

Toda esta constancia, perseverancia y tenacidad lo hacen el paciente perfecto. Su médico de rehabilitación ha comentado que él es el mejor paciente que ha tenido.

Su mirada deja ver que el comentario es totalmente cierto y su fuerza de voluntad tiene fascinado al doctor.

Manolo Vanegas y sus inicios

El torero llegó a España directo desde el municipio Seboruco, estado Táchira, cuando solo tenía 17 años. Dejó a su familia en Venezuela para esforzarse y hacer su sueño realidad; ser torero.

Vendió su moto para poder comprar el boleto que lo traería a tierras españolas. Comenzó a cristalizar su meta participando en nueve novilladas y cinco festivales. Hasta llegó a cortar la oreja de uno de los animales.

Su fuerza la consigue al recordar a su familia, la cual reconoce que debe ayudar. Vanegas no se puede dar el lujo de abandonar sin luchar. Lo demuestra cuando hace el doble de los ejercicios ordenados por el médico.

Su actitud contagia a muchos de los otros pacientes que se encuentran recluidos junto a él. Sus éxitos hubiesen seguido en ascenso si no hubiese sido por este accidente inesperado. Pero como él dijo en una entrevista a ABC: "pudo haber sido peor, y ahora podría no estar contándolo."