La Comunidad de Vilanova en Barcelona, España, fue testigo de un macabro hallazgo, en un apartamento de dicha localidad se encontró el cuerpo sin vida de una menor de 13 años de edad, el cadáver presentaba claros indicios de violencia, incluyendo puñaladas hechas por un arma blanca.
Se inicia la investigación
Los Mozos de Escuadra ya han iniciado una exhaustiva investigación con el principal fin de esclarecer lo ocurrido en este macabro suceso. Uno de los puntos de partida ha sido el dar con el principal sospechoso que, hasta el momento, es un vecino cercano de los abuelos de la víctima.
En una rueda de prensa ofrecida por el líder de la división de investigación criminal del cuerpo policial de Cataluña se comunicó que dos parientes cercanos a la menor encontraron su cadáver debajo de un colchón, ubicado en el condominio del vecino, que ha sido señalado como principal sospechoso del crimen.
La menor se encontraba desaparecida desde horas de la tarde del día de los hechos y en extrañas circunstancias, sus familiares, después de un lapso de tiempo sin saber de su paradero, pusieron la denuncia y comenzaron su búsqueda. Enseguida se organizó un dispositivo de emergencia con el fin de encontrar a la niña lo más rápido posible, se dio aviso a la comunidad para tratar de agilizar el proceso.
Espantoso hallazgo
Según la reconstrucción de los hechos, la niña que tenía como nombre Laia, fue recogida de su colegio a las 5 de la tarde por sus abuelos, de ahí se dirigieron al domicilio donde viven los mismos. La menor permaneció en dicho recinto hasta pasadas las 6 y media de la tarde, minutos antes, el padre de Laia realizó una llamada telefónica para informar a los abuelos que ya estaba llegando y que hicieran bajar a la niña.
Después de esperar un rato, el padre de la menor y su compañera sentimental se percataron de que la menor no aparecía, de manera que el padre se acercó a la puerta a hablar con los abuelos. Los ancianos sorprendidos respondieron que Laia ya había bajado hace rato, al escuchar esto el padre siguió con la búsqueda, su compañera que conducía el vehículo y los abuelos también se unieron con el fin de encontrar a la niña.
Tras no conseguirlo en las escaleras ni en el apartamento de los ancianos, el padre reunió a algunos parientes y decidió alertar a los policías para que les ayudaran a buscar a Laia en todo el edificio.
Los funcionarios junto con dos parientes de la niña fueron revisando apartamento por apartamento, uno de los vecinos salió con una toalla puesta y diciendo que se estaba duchando, alegó que no sabía nada acerca de la menor. Sin embargo, se le notó una actitud bastante sospechosa, cerró la puerta rápidamente y el grupo siguió buscando puerta por puerta y por todas las áreas del edificio.
Poco tiempo después uno de los parientes de Laia tuvo una corazonada acerca del sujeto que había salido con la toalla puesta, de tal manera que regresaron a dicho apartamento, tocaron la puerta y llamaron insistentemente, la persona se rehusaba a dejar entrar a los parientes y a la policía.
Después de un fuerte altercado de palabras y ante la amenaza de derribar la puerta, uno de los parientes logró entrar al apartamento, tras revisar en su interior, finalmente encontraron a la niña de 13 años sin vida y debajo de un colchón movido en una de las habitaciones. El cadáver se encontraba sin algunas prendas de vestir y con evidencia de haber sido violentado recientemente, el habitante de dicho apartamento fue detenido.