Una profesora ha entregado una cifra superior a las 63.000 firmas al Congreso de los Diputados para que se prohíba legalmente el uso de móviles por parte de menores de edades comprendidas entre los 14 y los 16 años. Una labor que la docente fue capaz de realizar con la ayuda de otra compañera de trabajo.

La profesora no está de acuerdo con la ministra de Educación

Tras las declaraciones de la ministra de Educación, Pilar Alegría, que consideraba innecesario prohibir los teléfonos móviles a los adolescentes pues, según sus palabras, sería como "poner puertas al campo", la profesora Ángela Sánchez-Pérez ha explicado que los teléfonos móviles están causando problemas "muy graves" entre los jóvenes.

El debate sobre si se debe permitir el empleo de los teléfonos móviles en el caso de niños y adolescentes es una realidad. Cada vez son más frecuentes los casos de grupos de WhatsApp que comparten contenido muy violento o, incluso, adulto, además de la creación de chats en redes sociales donde los menores comparten todo tipo de imágenes.

Ante esta situación, dos profesoras han decidido recoger firmas para lograr una ley que prohíba el empleo de esta clase de dispositivos en el caso de menores con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años. La iniciativa ha superado las 63.000 firmas

Ángela Sánchez-Pérez y Natalia Jiménez fueron las responsables de esta campaña, aunque ha sido la primera la responsable de entregar todas las signaturas y presentarlas ante el Congreso de los Diputados.

La docente aseguró, ante las cámaras de los medios que recogieron el momento, que esperaba que alguien los escuchara porque han sido capaces de mover conciencias y ellas están en un mundo en el que es necesario parar lo que está sucediendo.

En la mencionada petición que ha sido registrada en el Congreso de los Diputados, las profesoras piden que, teniendo en cuenta el gran apoyo que han obtenido, y teniendo en cuenta las muchas "consecuencias negativas" que desarrollan los menores por el uso temprano de teléfonos móviles en adolescentes, por ejemplo, problemas de sueño, falta de concentración y de atención, depresión o ansiedad.

Por todo ello, las profesoras solicitan que se revise la actual legislación sobre el uso de esta clase de teléfonos en el caso de menores.

Una legislación ante el aumento de casos graves es necesaria

Ante la situación que se está viviendo por el empleo temprano de teléfonos móviles en adolescentes, la docente considera que es necesaria "una legislación".

A lo largo de estos últimos años, la profesora ha observado un aumento de episodios graves que deberían ser conocidos por la sociedad y que deben ser legislados para que los menores tengan unas normas y, con ello, unos límites.