Luego de que entrara en vigor la Ley de Eutanasia el pasado 25 de junio, que legalizó la posibilidad de poner fin a la vida cuando la persona mayor de edad padece una enfermedad grave e incurable que les cause un sufrimiento “intolerable”, se han retirado los cargos contra Ángel Hernández. La Fiscalía había pedido 6 meses de cárcel por haber ayudado a su esposa, María José, que sufría de esclerosis múltiple, a quitarse la vida al estar ella imposibilitada.

La conducta de Hernández no es objeto de reproche penal

Para ello la Fiscalía presentó un escrito ante el juzgado para que se aplicara la retroactividad, es decir, que la ley se aplique independientemente de cuándo se cometió el acto que se juzga, en este caso la ayuda de la muerte asistida de su esposa.

La modificación del Código Penal introducida por la Ley de Eutanasia, establece que Ángel Hernández era quien estaba legalmente autorizado para llevar a cabo dicho acto, por lo que no puede ser condenado.

En el escrito también se detalla que en caso de que Ángel fuera condenado no se opondrían a un indulto pues se reconoce el derecho legal de terminar con la vida, y que lo que es realmente relevante es valorar si, de haber estado vigente la ley de eutanasia en el momento en que se produjo la muerte de su esposa, se hubiera llevado a cabo el procedimiento de asistencia a la prestación de ayuda a morir. Con esto, el informe concluye que la conducta de Hernández “no debe ser objeto de reproche penal”.

María José había quedado inválida y había solicitado el suicidio asistido

María José fue diagnosticada con esclerosis múltiple en 1989 y en solo 7 años ya había quedado inválida y bajo los cuidados de su marido que solicitó una excedencia laboral para poderla cuidar de forma exclusiva. A partir de entonces su mujer manifestó su deseo de acabar con su vida, llegando a escribir un testamento de últimas voluntades y rechazar su alimentación por vía artificial.

También se presentó en televisión donde reiteraba su deseo a morir y no esperar a empeorar.

Luego de que María pudo cumplir con sometido con ayuda de su esposo, fue acusado en un tribunal de violencia de género, no obstante, la juez en el tribunal de violencia de género rechazó asumir el caso al concluir que no existía “ningún tipo de violencia contra la mujer” en este caso en particular.

Con esta etapa de su vida concluida, Ángel espera que se termine su exposición pública y está feliz de haber cumplido lo que le prometió a su esposa: que no dejaría de trabajar por esta ley y está feliz de haber sido parte de las tantas personas que lucharon para hacerla posible para que nadie más tenga que pasar por todo el sufrimiento que él tuvo que pasar.