La acusada, quien abandonó a su bebe de menos de dos años por más de un mes, con un biberón y algunas galletas, situación que le causó la muerte; le han reducido la pena de cárcel de 21 a 16 años. La Mujer responsable del delito ha declarado que se encuentra arrepentida, ante su derecho a la última palabra en su juicio. La parte defensora se ha acogido a la petición realizada por la acusación pública por los delitos de abandono temporal de menor y de asesinato.

La madre abandonó por más de un mes a su hija

Durante el juicio, el fiscal señaló que la mujer omitió la acción necesaria para resguardar la vida de su hija al dejarla sola, dejando claro que su abandono fue la causa directa del fallecimiento de la menor.

Además el hecho vino como consecuencia de no haber avisado a nadie, teniendo claro lo que iba a suceder por tales acciones.

Los forenses encargados de la investigación, han afirmado que la mujer es completamente imputable, ya que estaba consciente de lo que hacia y sus consecuencias. Aunque la mujer cuenta con una conducta inmadura y no ha sido capaz de enfrentar los problemas.

La defensa reiteró que la mujer siempre ha colaborado y ha sido sincera

Según los abogados, la mujer es consciente de lo ocurrido y siempre ha ofrecido sinceridad y colaboración, además, los hechos han podido ser confirmados por amistades que aseguran que la madre pasaba las noches fuera de su residencia. También han declarado que el día de la detención, ella les afirmó que había dejado a la niña sola.

Ante estas declaraciones, el fiscal ha determinado que la mujer ha aportado información que aclara los acontecimientos, y que debido a su arrepentimiento han decidido modificar la pena que habían dado en un inicio, reduciéndola cinco años.

El abandono de la menor estaba dado desde tiempo atrás

Se pudo conocer que la mujer se mudó a Málaga en 2018, donde alquilo un apartamento y comenzó a trabajar en una discoteca en horario nocturno.

Como consecuencia, dejaba a la menor sola durante la noche y al salir del trabajo no iba a su casa. Regresaba a las 14.00 horas, tiempo en el cual su hija estaba sola y desprovista de atención y cuidados básicos.

Ante esta situación, era común escuchar a la menor llorando de manera inconsolable, aseguran los vecinos del edificio.

La niña permanecía sin atención moral, física y en un ambiente de desorden y suciedad. Esta situación siguió, aun cuando culmino su relación laboral en la discoteca.

Durante el mes de octubre del 2018, la madre procedió a abandonar de forma definitiva a su pequeña, dejándola en la habitación con la puerta cerrada y las persianas abajo, en un ambiente oscuro acompañada de un biberón y unas galletas.