Un templo de Suecia decidió colgar en su altar un cuadro de clara referencia homosexual: con transexuales y parejas homosexuales como protagonistas. Ante la gran polémica que ha creado en los medios de comunicación, la parroquia de la popular ciudad de Malmö ha decidido recular y esconder el cuadro.

Sin duda, el primer día de adviento de la Iglesia de San Pablo de la localidad de Malmö fue muy especial. No por ser el inicio de un nuevo año litúrgico y el comienzo de los primeros preparativos de la fiesta de Navidad, sino por la inauguración de una nueva obra artística en el altar que ha provocado muchísima polémica.

El cuadro es una nueva adaptación del paraíso celestial descrito por la Biblia

Sofia Tunebro, sacerdote del templo de “Sankt Pauli Kyrka”, retiró con mucha alegría una tela de tonos dorados, dejando al descubierto la nueva obra de Arte de la Iglesia que,según sus palabras, era una reinterpretación moderna del paraíso celestial.

La pintura, que ha sido una creación de la prestigiosa artista de Suecia, Elisabeth Ohlson Wallin, no muestra el típico cuadro de Adán y Eva con la manzana,en el paraíso. Lo primero que llama la atención es que en el cuadro se ven ocho personas, entre las que aparecen dos parejas del mismo género y varias figuras transexuales. Y, cada una de los personajes es de una raza diferente. Sin duda, una versión multirracial y LGTBI del paraíso.

El cuadro es una creación de la reputada artista Ohlson Wallin que lo presentó en el año 2012

Desde el primer momento, el cuadro estuvo rodeado de polémica. La artista decidió donarlo, en un primer momento, a la catedral de Skara, una localidad que está a unos 130 kilómetros de Göteborg, la segunda ciudad más importante de Suecia.

Pero, esta decidió rechazarlo. Y, hasta ese momento, estaba guardado en la casa de un particular.

Pero, el pasado 1 de diciembre, la Iglesia de San Pablo de la ciudad de Malmö decidió colgarlo, junto a una imagen de Jesucristo. Según Tunebro, tomó esta decisión para que muchos se sintieran representados, de una vez, por la Iglesia de Suecia.

Pero, finalmente, la alegría duró muy poco, por lo que la pintura tuvo que ser descolgada. Las críticas no cesaron, muchas de ellas por parte de grupos ideológicos de extrema derecha; pero, también de sectores de gran poder cercanos a la Iglesia luterana de Suecia, como es el caso del obispo de Lund, que consideró que esta pintura es un ejemplo de arte “gnóstico”, que puede transmitir un mensaje cristiano totalmente diferente al que suele defender la Iglesia de Suecia.

Igualmente, se temía que la reconversión de la serpiente en un transexual, en el cuadro, se pudiera malinterpretar. Además, varios miembros de la Iglesia reflexionaron sobre la posibilidad de que la obra se podría considerar transfóbica, por lo que, lo mejor era quitar el cuadro. Hay que recordar que la Iglesia de Suecia, desde hace una década, celebra matrimonios entre miembros del mismo sexo.