El comercio ambulante se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la Policía Nacional en Madrid, puesto que cada semana se incrementa el número de personas que realizan esta práctica. Los agentes policiales exigen al Ayuntamiento que le presten mayor apoyo para desalojar de las calles a los vendedores ilegales, quienes están causando muchos inconvenientes a los transeúntes que recorren caminando algunas zonas de la ciudad.
Sin embargo el Ayuntamiento no quiere respaldar a los policías por miedo a las consecuencias que esto pueda acarrear.
De hecho hasta los mismos policías se han opuesto a tomar represalias en contra de los manteros y cada vez son menos los efectivos que quieren tener contacto con los vendedores.
Reciben denuncias diariamente
Por otra parte la Policía Municipal ha recibido decenas de denuncias en contra de la venta ambulante ilegal. La más reseñable fue la denuncia en contra del top manta, ya que el impacto lo han venido sintiendo los comerciantes con la caída de las ventas, en al menos un 36% durante los primeros seis meses del año.
Según un informe emitido por la Policía, se han registrado muchos incidentes con los manteros y los ciudadanos. Además señalan que parte de la culpa que el Ayuntamiento no quiera prestarle el apoyo la tiene la actual alcaldesa, Manuela Carmena, quien no ha dado ninguna orden, ni marcado ninguna directriz para combatir a los manteros.
Por el contrario cuando han existido situaciones entre los manteros y los policías, el ayuntamiento ha resguardado a los vendedores ambulantes. Por esa razón los manteros se sienten apoyados y continúan ejerciendo sus actividades informales.
El ayuntamiento emite sus respuestas
Pese a las declaraciones emitidas por la policía, el Ayuntamiento no tardó en salir en su defensa.
Señalaron que las acusaciones no son reales, puesto que ellos están en búsqueda de una conciliación y tienen la misión de conseguir una solución que no afecte ni a la institución ni a los vendedores.
Sin embargo, aclararon que no están de acuerdo con las ventas ambulantes, pero están seguros de que es una actividad estacionaria.
Cuando esas personas logren arreglar su estatus legal, de seguro podrán tener otras opciones para poder llevar el sustento a sus familias, según el Ayuntamiento. Además recalcaron que es falso que en Madrid se haya incrementado el número de vendedores.
El Ayuntamiento también señaló que no es posible una intervención a los manteros porque podría tornarse la situación violenta, y que lo más importante es resguardar la seguridad de los ciudadanos. Por ahora continúa la controversia entre la Policía y el Ayuntamiento, mientras que los vendedores continúan en las calles ejerciendo la economía informal.