Las agresiones físicas de intimidad no consensuadas han aumentado estos últimos meses en un 78%, tomando como base los datos iniciales de doscientos diecinueve casos que se presentaron hasta el pasado año, pero en lo que va de año han llegado a doscientos setenta y siete.

Sin contar los daños físicos que sufren otros agraviados que no incluyen intimidad. También han ascendido considerablemente de seis a siete, otros que han ido en ascenso son los robos a domicilios. Los cuales se aumentaron de mil trescientos noventa y nueve a mil cuatrocientos cuarenta.

Uno que no puede faltar es el tráfico de estupefacientes con un rango de aumento de doscientos sesenta y seis a trescientos cuarenta y uno.

Delitos en aumento en la ciudad de Madrid

A pesar de que para muchos las tasas de criminalidad han bajado, las estadísticas muestran lo contrario. Y es que en lo que va de año las infracciones por mil habitantes en toda la zona han sido de un setenta y cuatro por ciento, la mayor en toda la región.

Por otra parte los delitos de homicidio han bajado considerablemente, en un cuarenta y cuatro por ciento. Ya que para el pasado año en este mismo trimestre se habían señalado veinticinco casos, y para la fecha solo se han encontrado catorce de ellos.

Así mismo ha pasado con las riñas tumultuarias, los robos con violencia e intimidación, los hurtos y los robos de coche.

También han ido descendiendo con respecto a trimestres anteriores. Por lo que podemos ver que este tipo de delitos han ido decayendo progresivamente.

Revisión de delitos físicos no consensuados

El Gobierno ha impulsado una comisión para analizar este tipo de delitos y realizar reformas en el código penal. Órgano que el Ministro de Justicia ordenaría una vez que fuese interpuesta la sentencia a La Manada, más la mayoría de los miembros eran de género masculino.

Por lo que algunos de ellos se retiraron de la misma, debido a una polémica que se generó por la gran cantidad de varones que integraban dicha comisión. Así que el Ministro decidió incorporar a cinco mujeres, pero una de ellas rechazó la invitación porque la presencia era temporal.

De acuerdo con esto se acordó incorporar a más vocales pero con carácter permanente, para así tener un equilibrio entre hombres y mujeres dentro del equipo de trabajo.

Imaginamos que la exigencia de esta estrategia es equiparar los derechos de cada género.

Esperemos que dentro de cada jornada de discusión lleguen a un consenso que sea satisfactorio para cada una de las partes, sin que haya ventajismo para ninguna de ellas. Aunque si se piensa bien, cuando hay equilibrio en la ley y justicia no importa la cantidad de miembros que exista de un género u otro.