El niño que escapó de su casa en Tudela tiene solo 11 años. La historia que rodea su fuga, habla de maltrato, pero también de solidaridad. Habla de un niño, que a la edad en la que otros pueden ir a clases extraescolares y merendar en casa jugando con el ordenador, el cuidaba de su hermano pequeño y soportaba (según su relato) el abandono de su madre y las golpizas de su madre.
La justicia ha pedido que el nombre del menor se mantenga en el anonimato para preservarlo. El pasado martes, el pequeño acudió a la escuela con normalidad. A la salida, le entregó a su hermano de 9 años una nota y escapó.
En la carta que le dejó como recado para su madre, el niño le pedía disculpas a su progenitora y le contaba que el padre le pegaba y tenía miedo.
La madre realizó la denuncia ante la policía local, pero no fue hasta el día siguiente con los agentes encontraron al niño. En menos de 24 horas, el pequeño había montado una pequeña cabaña en un paraje, en las afueras de Tudela. Algunos compañeros de clase lo ayudaron con pale, sábanas y enceres que encontraron en sus casas.
La ubicación parecía estudiada, unas cañas en medio de la maleza dificultaban su visión. El niño que escapa recibió comida y abrigo que sus amigos fueron acercándole. Hasta que el miércoles pasado, un policía observo a tres memores correr ante su presencia y logró dar, de esta manera, con el paradero del pequeño.
La noche del miércoles, el niño durmió en un centro de acogida, pero al día siguiente el juez de turno lo restituyó con su madre. Con respecto al padre, en un principio fue detenido por la policía y acusado de malos tratos en el ámbito familiar. El juez tomó medidas preventivas mientras dure la instrucción y dictó una orden de alejamiento de 150 metros.
Una vez en la comisaria el niño declaró que temía a su padre por el maltrato que recibía de su parte, la huida, al parecer carecía de aventura juvenil, sino que reflejaba una historia de larga data.Al parecer, el padre del menor trabaja como transportista y en muchos de sus viajes internacionales, la madre de los pequeños (de tan solo 11 y 9 años) lo acompaña.
Los Niños quedan solos, el mayor a cargo del más pequeño. Se estima que los Servicio Sociales ya estaban al tanto e investigaban la veracidad de tal situación.
El maltrato infantil en España
¿Cuántos de los menores que ayudaron a escapar de su casa al niño de Tudela conocían en primera persona lo que significa el maltrato?
Probablemente muchos de ellos. Según el Registro Unificado de casos de sospecha de Maltrato Infantil (RUMI), sistema que pertenece al Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales de España cerca de 14 mil niños al año podría ser víctimas de maltrato familiar. La cifra potencial de 13.818 menores maltratados corresponde al año 2015. Este dato significa que al día 37 niños pueden estar siendo víctimas de la Violencia y agresividad de sus padres.
Las edades más damnificadas son las que comprende entre los 11 y los 14 años y los menores de 3. En la mayoría de los casos, el 51 %, se trata de malos tratos como consecuencia de la negligencia paterna o materna, mientras que el 26 % responde a abusos de tipo emocional.
No obstante, los datos obtenidos, solo son los que hacen llegar los servicios educativos y sociales, por lo que estaría faltando un volcado de datos a nivel nacional más unificado entre las distintas Comunidades Autónomas.
La definición de violencia difiere en pequeñas cuestiones según la entidad que la estudie. Para la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) es el uso intencional de la fuerza, el poder físico, ya sea que este se realice o sea en forma de amenaza.
Según un informe publicado por el Centro de Estudios Reina Sofía, el primer ámbito donde se produce violencia es en la guerra. Sin embargo, el segundo sitio donde mayor grado de violencia se recibe es dentro del seno familiar.