Era una expectación máxima, ningún medio de comunicación ha querido perderse el encuentro entre los Reyes con la Infanta Cristina, que se trataba de la primera aparición conjunta tras saberse la resolución de la sentencia por el caso Nóos. Y aunque todo parecía aparentemente normal, numerosos medios como vanitatis (El Confidencial), apuntan a una tensión vivida en el encuentro con motivo del funeral de la infanta Alicia de Borbón-Palma.

La reina Letizia lo ha sabido llevar con elegancia y saber estar, pero lejos de hacerlo natural como en el caso del rey Felipe VI, quien en todo momento se ha mostrado sin hacer cambios en sus gestos, según la revista digital Vanitatis, la reina ha estado algo más contrariada en su rostro, con una rigidez permanente en su semblante, aunque eso sí, tan elegante como siempre, de riguroso negro y cartera a juego en mano.

No obstante, lo cierto es que Letizia nunca pasa desapercibida y sus estilismos son, como normal general, revisados con lupa y con una exactitud digna de maestría, es por eso que esta aparición pública no iba a ser menos. Como ya recoge la publicación, el vestido que la reina ha elegido para dicha ocasión se trata de un vestido de Carolina Herrera y destaca su precio, 2.500 euros.

Un precio que, para la gran mayoría, parece algo desorbitado teniendo presente que se trata de un funeral. Aunque la belleza del vestido es sencilla, lo cierto es que cuenta incluso con unas lazadas en las mangas que lo dotan de aún más elegancia. También han destacado el resto de complementos como sus zapatos, de la firma Prada o su melena lisa, como es habitual.

El Rey asistía también de riguroso negro y con un semblante rígido y serio.

La infanta Cristina regresa junto a los reyes

En cuanto a los asistentes, ha sido muy llamativa la presencia de la infanta Cristina, quien se ha mantenido totalmente seria y sin cruzar mirada con la reina, que se encontraba presente en todo momento. De hecho, Cristina se mostró muy compresiva con su padre, a quien justamente al llegar a la capilla, no dudó en abrazar, algo que no hizo con su otra hija, la infanta Elena, según varios medios como OkDiario, porque con ésta mantiene un trato mucho más cotidiano, del día a día.

En definitiva, se trató de una aparición pública y a la vez muy íntima que dejaba ver pequeñas pinceladas de la relación de la familia real en la actualidad, aunque eso sí, los focos de todas las cámaras fueron ocupados por los reyes Felipe VI y Letizia.