Cada día que pasa Jessica se convierte en la concursante favorita de ‘Gran Hermano VIP 8’ y sigue desvelando desde la casa de Guadalix de la Sierra detalles relevantes de su vida privada. La modelo aseguró antes de iniciar esta aventura que desea que el público la conozca “tal y como soy” y hasta ahora lo ha cumplido. Esta semana sorprendió a todos al conversar abiertamente sobre cómo fue su ruptura con Kiko Rivera, el padre de su primer hijo Francisquito, un momento turbulento en su vida personal que debió enfrentar.

Jessica vivió una fuerte presión mediática tras nacer su hijo

La maniquí habló sobre la presión mediática que enfrentó tras el nacimiento de Francisquito, su hijo en común con el famoso DJ. Dijo que cuando caminaba por la calle fue todo como un “boom”, "hijo de…y nieto de"…, y aclaró que ella no quería nada de eso. Jessica recordó como toda la prensa en ese momento quería ver a su primogénito y que ella no les negaría el saludo, sin embargo, dijo que se nota cuando una persona viene por el “simple hecho del morbo”, una situación que al parecer le incomodó.

La novia de Pablo Marqués comentó también que el hecho de mudarse a otro país con el pequeño también fue una situación que la superó completamente, a causa de la fuerte presión mediática.

La maniquí aseguró que esta circunstancia la “superó un poco” y que cuando se separó de Kiko Rivera quiso desvincularse de todo, pero que “siempre con respeto”.

Jessica recordó que necesitaba romper con todo el interés mediático que había provocado el nacimiento de su hijo y que por este motivo tomó la decisión de mudarse, un cambio que implicó un fuerte encontronazo con el DJ, pero que al transcurrir del tiempo ambos lograron superarlo.

La modelo siempre ha deseado que su hijo Francisquito tenga una buena relación familiar con su padre. Comentó además que le agrada que su primogénito disfrute compartiendo con sus dos hermanas, las hijas del DJ con su mujer Irene Rosales.

La sevillana también conversó sobre cómo ha enfrentado su hijo Francisco de once años de edad la separación de sus padres y la modelo ha dicho que esta es una situación que al niño nunca le ha afectado porque “se ha criado así”.

Algo que podría ser cierto, tomando en cuenta que Jessica y Kiko Rivera se separaron cuando su hijo en común tenía solo tres meses. La oportunidad fue propicia para que la modelo recordara cuando Francisco vio a sus padres juntos durante la celebración de su Primera Comunión, una escena que para el pequeño fue “algo asombroso”.

Jessica reconoció el papel de Irene Rosales en la vida de Kiko

Jessica solo tiene buenas palabras para Irene Rosales, la mujer de Kiko Rivera. La maniquí considera que es un pilar fundamental en la vida del DJ y una clave importante en los cambios en la vida del hijo de la tonadillera. Aseguró que Irene le cae genial y que “es estupenda”. Comentó además que le ha dado a Kiko “la estabilidad y seriedad que necesitaba”.