El Palacio de Buckingham ha informado que Meghan Markle no acudirá a la coronación de Carlos III y Camila prevista para el próximo 6 de mayo. Aunque en el mismo comunicado informaron que el príncipe Harry confirmó su asistencia a la ceremonia en la Abadía de Westminster. El pronunciamiento de la institución monárquica se produjo tras meses de rumores.

La mujer del príncipe Harry se quedará en California

El Palacio de Buckingham informó que Meghan Markle decidió quedarse en Estados Unidos con sus hijos Archie y Lilibet. La institución monárquica finalmente se pronunció para intentar zanjar los rumores que apuntaban que los duques de Sussex presuntamente no habían sido invitados al evento de su majestad o que ambos habían rechazado la invitación.

La coronación de Carlos III también coincide con el cumpleaños de su nieto Archie. No obstante, el pequeño no estará junto al rey y el resto de su familia en la celebración como consecuencia de los problemas que mantienen los duques de Sussex con el resto de la familia real.

Aunque el príncipe Harry y su mujer son unos invitados incómodos para el resto de la familia real, el Palacio de Buckingham esperaba la asistencia de ambos a la coronación, tal como ocurrió durante el funeral de Estado de Isabel II el año pasado.

El hijo de Carlos III se reencontrará con su familia

Cabe destacar que esta será la primera vez que el príncipe Harry se reencontrará con su familia tras la emisión de su documental en diciembre del año pasado y la posterior publicación de sus memorias a principios de este año.

En la obra, el hijo de Carlos III deja muy mal a Camila y el príncipe Guillermo.

En el libro el príncipe Harry acusa a su hermano de haberle propinado una bofetada tras haber mantenido una fuerte discusión con Meghan Markle. Por otro lado, la institución monárquica se ha mantenido en silencio tras la publicación de las memorias del hijo de su majestad.

Los duques de Sussex adoptaron para sus hijos el título de príncipes

Harry y Meghan Markle actualmente siguen siendo parte de la familia real, tanto así que hace unos meses los duques de Sussex decidieron adoptar el título de príncipes para sus dos hijos. La actriz y su marido aprovecharon el bautizo de la pequeña Lilibet para llamarla princesa, el título que le correspondía como nieta de Carlos III.

Acto seguido, el Palacio de Buckingham añadió en su plataforma a Archie y a su hermana en la línea de sucesión.

La revista Vanitatis ha afirmado que la actriz y su marido estaban intentando mantenerse alejados del Palacio de Buckingham, aunque querían seguir formando parte de la familia real. Por eso, la asistencia del príncipe Harry a la coronación de su progenitor no ha llamado tanto la atención.