El comienzo de año ha resultado complicado para María Teresa Campos, la antigua ‘reina de las mañanas’, a las polémicas protagonizadas por su hija pequeña Carmen Borrego, se han unido sus problemas de salud y la supuesta 'traición' de Gustavo Guillermo, su chófer y hombre de confianza, que es quien la cuida en su día a día y a quien ella considera como su hijo.

Una caída desafortunada

Teresa tuvo una caída al ir a levantarse de la cama el día de fin de año, de la que no acababa de recuperarse y por eso sus hijas decidieron llevarla a su clínica de confianza donde le hicieron un chequeo ya que además del dolor se encontraba desde hacía algún tiempo muy baja de forma y prácticamente sin ganas de nada.

Se pudo seguir el momento en que llegaban al hospital y la cara de preocupación de las hijas que cuando hablaron con la prensa apenas podían contener las lágrimas, aunque informaron de que solamente era para hacerle un chequeo y que esperaban que no tuviese que quedar ingresada.

Así fue, Teresa volvió a su hogar, si bien le detectaron una gran anemia y algunos otros problemas, que no acaban de solucionarse.

El entorno de Teresa Campos está muy preocupado

Terelu es la primera que ha dado algunas pinceladas de la situación que atraviesa la matriarca del clan Campos y que resulta preocupante, ya que come y bebe poco, por lo que corre el peligro de una deshidratación.

Según OK Diario, su entorno más cercano va más allá y asegura que Teresa apenas habla y que “está muy deteriorada”.

María Teresa no quiere ver a nadie en el estado en que está, incluso ha dejado su partida semanal de cartas con sus amigas, confirmado por la propia Terelu.

Las hijas de Teresa Campos intentan ser discretas, pero no pueden ocultar su preocupación. Terelu ha salido al paso de las murmuraciones, asegurando que ellas nunca prohibirían las visitas a su madre, porque lo que quieren es verla feliz y que es ella voluntariamente la que ha decidido aislarse.

Gustavo es fundamental en la vida de Teresa Campos

Terelu va más allá y confirma que están atravesando unas circunstancias muy tristes y que por eso ahora más que nunca necesitan la ayuda de Gustavo Guillermo, la única persona aparte de ellas y los nietos de Teresa, a los que ella no se niega a ver.

La hija mayor de la presentadora reconoce que con Gustavo han sido cómplices, que ha sido su familia y que, aunque le duele que haya grabado a su hermana Carmen, tiene que cerrar filas con él: “es mi deber como hija”.

Gustavo Guillermo lleva 33 años en la familia y por eso Terelu tiene que consensuar con él lo que ha pasado y no puede tirar por la borda tantos años de dedicación a Teresa Campos, sobre todo en las delicadas circunstancias actuales.

La preocupación por la salud de María Teresa Campos es máxima y toda la familia trata de hacerla salir de ese letargo que la hace alejarse de toda vida social y animarla a comer un poco más, para recuperar esa energía que durante tantos años llenaba miles de hogares cuando era la 'reina de las mañanas' de Telecinco.